UNO considera repugnante hablar de guerra civil. Y cuando a pesar de todo esto UNO lo hace, es para asignarle un lugar y circunscribirla en el tiempo. Es así en «la guerra civil en Francia» (1871), en España (1936-1939), la guerra civil en Argelia y puede ser muy pronto en Europa. Se notará en este caso que los franceses, siguiendo su natural afeminado, traduzcan la americana «Civil War» por «Guerre de Sécession», para mostrar mejor su determinación a tomar incondicionalmente siempre partido por el vencedor, siendo así también en el caso del Estado. No podemos desprendernos de esta costumbre de otorgar un comienzo, un fin y un límite territorial a la guerra civil, en resumen, de hacer de ella una excepción en el curso normal de las cosas antes que considerar sus infinitas metamorfosis a través del tiempo y el espacio, sino elucidando la maniobra que recubre.
AUTOR/A
TIQQUN
Colectivo francés, es el órgano consciente del Partido Imaginario.<BR><BR>Un agente del Partido Imaginario es aquel que, partiendo del lugar en el que se encuentra, de su posición, emplea o persigue el proceso de polarización ética, de asunción diferenciada de formas-de-vida. Este proceso no es otro que el Tiqqun.<BR><BR>El Tiqqun es el devenir real, el devenir práctico del mundo; el proceso de revelación de toda cosa como práctica, es decir, ocupando su espacio en sus límites, en su significación inmanente. El Tiqqun es que cada acto, cada conducta, cada enunciado están dotados de sentido, en tanto que suceso, se inscribe a sí mismo en su metafísica propia, en su comunidad, en su partido. La guerra civil solamente quiere decir: el mundo es práctico; la vida, heroica, en todos sus detalles.