Al igual que el mayor temor de los líderes sindicales es la emancipación efectiva de los trabajadores, la pesadilla recurrente de los intelectuales es el desenmascaramiento de la verdad: eso les llevaría, de un día para otro, a buscar su sitio en la interminable cola del INEM. Hoy en día, la función del intelectual suele consistir en amenizar con sus parloteos la creación del último evento. Hace algo más de una década se trató de los «atentados terroristas del 11 de septiembre», en la actualidad hablamos de la «crisis». Pero si nos olvidamos de tanta pamplina estéril, recordaremos lo que ya sabíamos: el terror y la crisis son, ante todo, maneras de gobernar. Ante el terror y ante la crisis, la máquina imperial justifica sin dificultad la puesta en marcha acelerada de sus nuevos dispositivos de control.
¿Nuestra respuesta? ¿Nuestra estrategia? Devenir máquinas de guerra anti-imperiales y acumular, clasificar y difundir todos los saberes-poderes que puedan contribuir a este objetivo.
CONTRIBUCIÓN A LA GUERRA EN CURSO
AUTOR/A
TIQQUN
Colectivo francés, es el órgano consciente del Partido Imaginario.<BR><BR>Un agente del Partido Imaginario es aquel que, partiendo del lugar en el que se encuentra, de su posición, emplea o persigue el proceso de polarización ética, de asunción diferenciada de formas-de-vida. Este proceso no es otro que el Tiqqun.<BR><BR>El Tiqqun es el devenir real, el devenir práctico del mundo; el proceso de revelación de toda cosa como práctica, es decir, ocupando su espacio en sus límites, en su significación inmanente. El Tiqqun es que cada acto, cada conducta, cada enunciado están dotados de sentido, en tanto que suceso, se inscribe a sí mismo en su metafísica propia, en su comunidad, en su partido. La guerra civil solamente quiere decir: el mundo es práctico; la vida, heroica, en todos sus detalles.
DELEUZE, GILLES
Gilles Deleuze (París, 1925 ? 1995) es uno de los pensadores más importantes e influyentes del siglo xx. En su obra, iniciada en los años cincuenta, desarrolló nuevos conceptos y revolucionó la práctica filosófica, sin por ello dejar de inscribirse en una filiación histórica. Ensayos como El anti-Edipo o Mil mesetas (escritos junto a Félix Guattari), Lógica del sentido o Diferencia y repetición, por no citar más que los más difundidos, se han convertido en clásicos de la filosofía. Como ya afirmara su amigo Michel Foucault, «un día, el siglo será deleuziano».