¿Bajo qué circunstancias una generación desencantada y sin rumbo puede dejarse vencer por la tentación del totalitarismo? Con su primera novela, ?La tela de araña??que apareció en un periódico vienés en octubre y noviembre de 1923, pocos días antes del ?putsch? de Múnich (el fallido golpe de Hitler y Ludendorff)?, Joseph Roth parece responder de una manera profética a esa pregunta. El protagonista, Theodor Lohse, es uno de los muchos oficiales alemanes desmovilizados a causa de la drástica limitación de los contingentes de tropas impuesta por los vencedores de la Primera Guerra Mundial. Al verse excluido de la carrera militar a la que estuvo destinado desde niño, sin ningún proyecto que pueda enderezar su vida en un Berlín muy distinto al que conoció, Lohse terminará como espía y agitador a sueldo para una organización clandestina de extrema derecha con sede en Múnich. ?La tela de araña? vio muy pronto confirmada su significación histórica por los acontecimientos en Alemania; pero, más allá de su certero vaticinio, hoy vemos también en ella las primicias del extraordinario talento narrativo de un escritor ejemplar por su sentido crítico y su rigor moral.
AUTOR/A
ROTH, JOSEPH
Joseph Roth, novelista y periodista, nació en Galitzia (actualmente Ucrania) en 1894, en el seno de una familia judía.<BR><BR>Ha sido descrito como un hombre para el que la historia era como una pesadilla; su vida no estuvo lejos de serlo también.<BR><BR>No llegó a conocer a su padre que, en un arrebato de locura, abandonó el hogar al poco tiempo de casarse. Se crió en Viena donde presenció el derrumbamiento del imperio austro-húngaro cuyo restablecimiento más tarde anhelaría: "La experiencia más dura que he vivido fue la Primera Guerra Mundial y la destrucción de mi patria, la única que he tenido..."<BR><BR>En 1920 se instaló en Berlín donde se convertiría en el corresponsal de mayor prestigio de la prensa alemana -y en uno de los mejor remunerados de su generación-, y donde simultanearía el periodismo con la narrativa (Job, una de sus primeras obras, fue la novela favorita de Marlene Dietrich).<BR><BR>En 1933, con la llegada del Tercer Reich, que le relegaría a la categoría de Untermensch, escribió: "Permítanme expresarlo alto y claro. El espíritu europeo está capitulando. Está capitulando porque es débil... porque carece de imaginación... mientras, el humo de las hogueras en las que arden nuestros libros alcanza el cielo..." Su mujer, Friederike, ingresó en un manicomio. Los nazis le facilitaron una muerte sin dolor. Finalmente, Joseph se exilió en París donde el alcohol le ayudaría a reconciliar su nostalgia de aquella vida shtetl de sus primeros años, con su fe en un recién descubierto catolicismo y su apoyo al restablecimiento de la monarquía austriaca. El santo bebedor murió en 1939.