A menudo damos por sentada la presencia de las profesoras en la enseñanza infantil. Sin embargo, este no es un hecho natural, sino el resultado de un largo proceso. A lo largo del siglo XIX confluyeron argumentos sociales, económicos o religiosos, entre otros, que permitieron que las maestras ingresaran en las escuelas españolas. Al principio fue una presencia casi testimonial; luego, la figura de la maestra se convertiría en indispensable para la educación en España.El estudio de la catedrática Sonsoles San Román fue pionero en nuestro país y hoy se ha convertido en una referencia clásica sobre esta materia. No sólo describe cómo las maestras españolas se introdujeron en la educación, y su papel fue ganando en protagonismo. También muestra que este proceso no debe considerarse como una mera aceptación de la mujer en un ámbito laboral que hasta el momento había estado ocupado por los hombres. En realidad, se trata de la feminización del proceso educativo.