En Los fundamentos histórico-espirituales del parlamentarismo en su situación actual (2.ª ed. de 1926), Carl Schmitt efectúa la reconstrucción del tipo ideal de la institución parlamentaria, para, a renglón seguido, declarar irremediablemente extintos los supuestos estructurales que hicieron posible su emergencia histórica. La crisis del Parlamento se presenta como una crisis de la discusión, de la publicidad crítica, y de la independencia y de la capacidad moral del diputado para encontrar la verdad, y desde ella elaborar la ley justa, impuesta por la nueva realidad social pluralista y democrática. Se trata de la negación de la atmósfera intelectual que había presidido toda una época, y ante la que, como enseña Ellen Kennedy, en plena convulsión de Weimar urgirá dar respuesta. Para Schmitt sólo el presidente del Reich será el pouvoir neutre, llamado a operar como defensor de una Constitución (der Hünter der Verfassung) entendida como bastante más que un simple documento jurídico, frente a las amenazas de unos partidos incompatibles con la idea de unidad que informa al Estado.
¿Qué validez tiene hoy esta crítica?, se pregunta Manuel Aragón en el estudio que precede a la obra.
«Lo esencial del Parlamento es la confrontación pública (Öffentliche) entre argumentos y contraargumentos, el debate y la discusión pública. Partiendo del Derecho (como antítesis del Poder) sus notas son: 1.ª que los pouvoirs se vean siempre obligados a discutir, buscando en común, la verdad; 2.ª que la publicidad sitúa a los pouvoirs bajo el control de los ciudadanos; 3.ª que la libertad de prensa empuje a los ciudadanos a buscar por ellos mismos la verdad, y decírsela al pouvoir.»
LOS FUNDAMENTOS HISTÓRICOS-ESPIRITUALES DEL PARLAMENTARISMO EN SU SITUACIÓN ACTUAL
AUTOR/A
SCHMITT, CARL
Carl Schmitt (Plettenberg, Prusia, Imperio Alemán; 11 de julio de 1888 ? ibídem, 7 de abril de 1985) fue un juspublicista y filósofo jurídico alemán, adscrito a la escuela del llamado realismo político, lo mismo que a la teoría del orden jurídico.<BR><BR>Escribió centrado en el conflicto social como objeto de estudio de la ciencia política, y más concretamente la guerra. Su obra atraviesa los avatares políticos de su país y de Europa a lo largo del siglo XX. Militó en el Partido Nacionalsocialista y ejerció diversos cargos bajo el régimen nazi entre 1933 y 1936, pero las amenazas de las SS, que le consideraban un advenedizo, le apartaron del primer plano de la vida pública. No obstante lo anterior, su fuerte compromiso con el régimen de Hitler condujo a que se lo tildara de "Kronjurist" del Tercer Reich.