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Este trabajo es considerado por el colectivo antimilitarista Gasteizkoak como el saldo de una deuda pendiente con el movimiento antimiliatrista: la puesta al día de los datos de la industria militar vasca. Por eso, a través de las páginas de este libro tenemos oportunidad de concocer la actual realidad de la industria de la muerte made in eusakdi: Las empresas que la componen y su localización; los subsectores en los que participa; los principales programas en los que toma parte; datos sobre sus facturaciones y exportaciones, sobre sus principales propietarios e impulsores...
Pero, intentando ir más allá que en anteriores trabajos, también aborda otras importantes cuestiones: ¿Cuál es la dimensión del apoyo que estas empresas reciben desde las administraciones? ¿qué tipo de implicaciones tienen en la industria militar las universidades y centros de educación? ¿Cuáles son los bancos y cajas de ahorro que, sin ningún tipo de escrúpulo, se benefician de que surjan guerras que aumenten los dividendos de las empresas de producción militar? ¿Qué estrategias siguen estos mercaderes de la muerte para intentar lavar su imagen, presentándonos su producción casi como humanitaria? ¿Cuál es el nivel de implicación de la llamada clase política?...
Y es que, como señala Gasteizkoak:
"En la tarea de abolir el nogocio de los mercaderes de la muerte, todas las personas antimilitaristas, o que posean una mínima conciencia social, tenemos todavía mucho trabajo pendiente. En la medida en que lo abordemos, iremos consiguiendo que nuestro rechazo a las guerras pase de las palabras a los hechos, y que nuestra solidaridad se base en impedir la fabricación de material militar made in Euskadi, yendo más allá del simple lamento vano por las masacres y asesinatos que gracias a él se cometen."
