Apropiada como trofeo de guerra, exhibida morbosamente como polarizador generacional, reciclada en el engranaje sin fin del posmodernismo... La reutilización de la simbología fascista en general y nazi en particular dentro de la cultura pop ha sido un recurrente lugar de controversia desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial. No en vano, el magneto permanente que reviste su iconografía se fraguó al calor de la época de mayor incandescencia política, intelectual y sociológica del siglo XX.
Más allá de la manoseada esvástica, cancerbera del umbral entre la estética y la ética fascista, existe un vaporoso inframundo de visiones y significados desterrados por Occidente. Desterrados sí, pero no olvidados, pues su mecanizada aplicación sobre la sociedad serpentea hoy bajo los sutiles disfraces del fascismo encriptado.
En Mercancía del horror, Jaime Gonzalo sismografía minuciosamente y de forma pionera el impacto del fascismo sobre la cultura popular, la literatura, el arte, la moda, la magia, la religión, el cine, el cómic, la música y especialmente el rock, donde este polo del totalitarismo encontró un fértil campo de regadío para su psicología de masas: estrellas como David Bowie y géneros enteros como el punk, la música industrial o el hardcore se dejaron seducir por su semiótica, de la que brotaba en ocasiones un articulado discurso, generador de una contra-contracultura.
MERCANCÍA DEL HORROR
AUTOR/A
GONZALO, JAIME
Jaime Gonzalo (Bilbao, 1957) empezó a publicar siendo adolescente en la revista Popular 1 en 1975, y de ahí saltó a las más significativas cabeceras de la prensa underground de finales de la década de los setenta, como Star, Disco Exprés, Vibraciones o Sal Común. Tras una corresponsalía en Nueva York para El País, Diario 16 y El Periódico, fue contratado a principios de los 80 por Rock Espezial, publicación de la que será director durante varios años, hasta que ésta se transforma en Rockdelux. También formó parte de la redacción de Musical Exprés, mítico espacio televisivo presentado por Angel Casas, y extendió sus actividades a la radio, creando varios programas y participando en otros tantos.<BR>En 1985 cofundó y bautizó la revista Ruta 66, ya con más de veinte años de trayectoria. En calidad de productor discográfico y letrista, ha trabajado con Loquillo y Los Trogloditas, los Rápidos, Desechables, Cancer Moon y otros. Es coautor de los libros I Dreamed Of Noise, una biografía en inglés sobre Sonic Youth, y Punk Book, así como autor de Escupidos de la Boca de Dios y Combustión Espontánea, biografías de la Banda Trapera del Río y The Stooges respectivamente.<BR>En la actualidad compagina la codirección de Ruta 66 con colaboraciones en el periódico El Mundo, conferencias y cursos universitarios.