Las obras de Lukács que comprende el presente volumen abarcan un arco temporal importante en la vida del filósofo húngaro; se trata de escritos políticos pertenecientes al período que va desde los meses inmediatamente posteriores al ingreso del filósofo al movimiento comunista -producido en diciembre de 1918- hasta la temporaria suspensión de la actividad política que tuvo lugar en 1928. En primera instancia se incluye el pequeño volumen Táctica y ética (1919), que, más allá de su significación intrínseca, ayuda a entender las condiciones en que se produjo el pasaje de Lukács desde una filosofía caracterizada por el rigorismo ético a un marxismo cargado de rasgos voluntaristas y mesiánicos, signado por la perspectiva -finalmente frustrada- de la expansión de la ola revolucionaria en el plano mundial. Los escritos tempranos compuestos entre 1919 y 1922 dan cuenta, en segundo lugar, del período preparatorio de la gran obra marxista juvenil, Historia y conciencia de clase. Las Reseñas (1924-1925) sobre publicaciones de Bernstein, Bujarin, Wittfogel y Lassalle presentan a un Lukács crítico tanto del mecanicismo de la Segunda Internacional como del idealismo subjetivista. Moses Hess y los problemas de la dialéctica idealista (1926) es uno de los artículos teórico-políticos más brillantes y revulsivos de toda la producción de Lukács, en el que este consigue arreglar cuentas con sus propias posiciones juveniles. Las Reseñas (1928) sobre Othmar Spann y Carl Schmitt preanuncian ya las grandes obras de madurez. El volumen se cierra con las Tesis de Blum (1928), que, condenadas por el Comité Central del Partido Comunista Húngaro en plena stalinización, fueron señaladas recurrentemente por el filósofo húngaro como un punto de inflexión decisivo en su desarrollo político y filosófico.
AUTOR/A
LUKÁCS, GYORGY
György Szegredi Lukács nació en Budapest el 13 de abril de 1885, en el seno de una familia perteneciente a la gran burguesía húngara. En 1906 se doctoró en ciencias políticas, y continuó sus estudios en Berlín y Heidelberg, donde estableció un contacto estrecho, entre otros, con Georg Simmel, Max Weber y Ernst Bloch. Ante el impacto de la Iª Guerra Mundial, ingresó, en 1919, en el Partido Comunista Húngaro, que se encontraba entonces en formación. En ese mismo año, se incorporó al Comité Central del Partido. Tras actuar como comisario del pueblo en educación y comisario político de la Quinta División Roja, Lukács vivió en Austria y Alemania. En 1933 emigró a Moscú. En 1944 ocupó la cátedra de Historia de la Cultura y de Estética en la Universidad de Budapest. A raíz de los ataques recibidos desde el estalinismo, se apartó, en 1951, de la actividad política, pero en 1956 apoyó el gobierno revolucionario de Imre Nagy y volvió a ingresar en el Comité Central. Cuando dicho gobierno fue derrocado, Lukács fue deportado a Rumanía; al regresar, en 1957, volvió a ocuparse de sus investigaciones estéticas y filosóficas, aunque sin dejar de formular significativas propuestas para la creación de un socialismo democrático y para la reconstrucción del marxismo. Murió en Budapest, el 11 de junio de 1971. <BR><BR>Editorial el Viejo Topo