Para envío
Por debajo de la visión idílica del turismo, de sus espejismos y señuelos, el turismo esconde una realidad mucho más cruda sobre la que es necesario reflexionar. En efecto, los flujos turísticos, reveladores de las desigualdades Norte-Sur, acentúan las diferencias: los touroperadores transnacionales se reparten una parte creciente de los beneficios y el primer mundo siempre se impone como el principal emisor y receptor de los emigrantes de placer. Por eso el turismo se ha convertido en la primera fuente de ingresos para un tercio de los países en desarrollo.
¿Cuáles son los costos sociales, ambientales y culturales? Privatización del patrimonio, destrucción de los ecosistemas, folclorización de las sociedades, trivialización de las costumbres ¿Acaso el monocultivo del turismo de masa y la diversificación en todas las direcciones de su oferta no provocan un "nuevo uso occidental del mundo"? Así lo creen las iniciativas en materia de turismo ético. Solo resta que la realidad de las relaciones desiguales entre "visitantes" y "visitados", y la aún más global del desequilibrio entre los promotores de la industria turística y las poblaciones locales reclamen nuevas regulaciones. El conjunto de escritos que aquí presentamos servirá para una mejor comprensión de este fenómeno capital de las sociedades contemporáneas al que nos enfrentamos.