VIOLENCIA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

POLÍTICAS SOCIALES EN EUROPA
Imagen de cubierta: VIOLENCIA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Precio: 15,50€
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Editorial: 
Coleccion del libro: 
Idioma: 
Castellano
Número de páginas: 
128
Dimensiones: 210 mm × 160 mm × 0 mm
Fecha de publicación: 
2007
Materia: 
ISBN: 
978-84-88711-97-7

Juan Carlos Revilla(Universidad Complutense de Madrid)

La violencia en televisión es un fenómeno en constante actualidad con momentos de preocupación especial seguidos de otros de calma relativa. Este fenómeno ha sido objeto de atención muy próxima en cuanto a su cuantificación previo análisis de contenido realizado sobre las emisiones televisivas. Estas investigaciones han puesto de manifiesto que, aun con variaciones entre países muy importantes, la violencia en televisión tiene una presencia muy significativa.

Pero, además de estimar la frecuencia de la violencia en las emisiones de televisión, es fundamental también atender a los marcos valorativos, justificatorios o legitimarios de esa violencia y que son los que inciden sobre cómo recibimos y entendemos la comunicación televisiva y, por tanto, incluso sobre las posibles consecuencias personales y sociales. Todo ésto nos lleva al carácter ético que presenta la violencia en televisión. Ética de los responsables de la emisión de los contenidos que marcan lo que puede o debe verse y lo que no. Ética de los espectadores que aprueban, rechazan, o ignoran los mensajes que envuelven a la violencia (y a otras acciones sociales). Ética de las instituciones públicas que han de regular para proteger a la población, especialmente a los más débiles. La línea principal de intervención se ha dirigido a la regulación de los contenidos a emitir en función de los tramos horarios, como forma fundamentalmente de proteger a los menores de ciertas imágenes y mensajes. Todo esto nos ha de conducir a un debate social sobre la oportunidad o no de emitir violencia y cómo. La violencia se puede presentar como ilegítima e intolerable, como inevitable, pero también como necesaria para mantener el orden social o para cambiar un orden social injusto.

Por otro lado, el análisis de los efectos de la violencia sobre los comportamientos sociales de los espectadores ha producido resultados que ponen de manifiesto una influencia indudable, aunque compleja y más indirecta que directa. los efectos que preocupan especialmente sobre los más jóvenes, no solo por que puedan contagiarse de la violencia que ven (o a la que juegan), sino por que puedan interiorizar modelos de comportamiento poco adecuados, más o menos violentos. Pero también la exposición a la violencia puede derivar en una transformación de la visión que tenemos de la realidad social.

Pero en otros casos la violencia en los medios es un síntoma, un elemento que pone de manifiesto las paradojas y contradicciones de nuestra sociedad. La violencia se utiliza como espectáculo, como entretenimiento para los espectadores, a costa de la integridad física o moral de las víctimas, quienes, en muchos casos voluntariamente o como transacción económica se prestan a que su privacidad sea expuesta ante los ojos de millones de personas.

Todas estas grandes cuestiones, y alguna más, se debaten y desarrollan en este número especial de la revista Políticas Sociales en Europa que ahora ve la luz.

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