Ángeles Vicente nace en Murcia, en 1878, y marcha a edad muy temprana a Argentina, donde reside hasta 1906. De regreso a España -y hasta 1910-, publica varias obras narrativas, dos novelas y dos libros de cuentos, en las que predomina el relato psico-espiritista, con fuerte crítica social, afrontando, a la vez, en la novela Zezé, el episodio erótico, no habitual en la literatura de su época. Se trata de una mujer de ideas renovadoras, representante de la amplia nómina de escritoras que, en las primeras décadas del siglo XX, al denunciar en su literatura la situación de la mujer de su tiempo y encarnar estas críticas en los personajes femeninos de sus ficciones, contribuyeron a crear la imagen de la nueva mujer del siglo XX, una mujer más cercana, en muchos aspectos, a la mujer común actual, que a la mujer común de entonces. Ángeles Vicente se sitúa, además, en la avanzadilla de estas escritoras progresistas, pues aparece como pionera -dentro de la literatura española y aun de la europea y americana- en el tratamiento de una serie de temas como el de la sexualidad femenina, emanado, y aquí está la novedad, de la mirada de una mujer.