Los Ángeles a comienzos de los años cincuenta, la década en que se construyó el mito del american way of life, en que los norteamericanos identificaron la prosperidad con los valores familiares y religiosos, en que los californianos de clase media querían una casa en un barrio residencial pero se conformaban con un rancho en forma de L. En una de estas casas, pero infestada de termitas, niebla tóxica en la calle y un tráfico infernal, vive un próspero guionista de la Paramount que a los treinta años ha renunciado a la rebeldía juvenil. Se llama John Fante y ha escrito tres novelas, pero sus circunstancias lo identifican más con el protagonista de Un año pésimo y también con el fracasado Bandini. Aparecida en 1952, Llenos de vida señala un punto de inflexión en la trayectoria del autor, que dejaría la literatura durante más de veinte años para dedicarse al cine. No es una novela en clave de farsa, sino una comedia acerca de la integración y el conformismo. El antiguo y aparatoso antihéroe proletario es por fin un digno y vulgar representante de la clase media.
AUTOR/A
FANTE, JOHN
John Fante (1909-1983), hijo de emigrantes italianos de procedencia muy humilde, trabajó como guionista en Hollywood y dedicó su vida a la literatura, aunque sólo alcanzó el pleno reconocimiento de crítica y público después de su muerte. Su nombre ha evocado comparaciones con escritores como Knut Hamsun, Dostoievski, Nathanael West, Raymond Carver y, en especial, Charles Bukowski, cuyo entusiasmo por sus libros fue decisivo para su redescubrimiento. Al igual que éste, su obra alcanzó la gloria en Europa antes que en su propio país, en el que fue reconocido póstumamente y premiado e 1987 con el Lifetime Achievement Award por el PEN.