La sinrazón es una novela total que se sirve del suspense y del clásico esquema policíaco para narrar la aventura espiritual del protagonista, Santiago, quien da cuenta de los vaivenes de su voluntad con intención de comprender los motivos del poder, el amor y aun del azar. Pero también de sus contrarios: la pobreza, el desamor y el infortunio. Su relato obra en ocasiones una brillantez y excelencia que más parece un conjuro, gracias a la celebrada prosa de Rosa Chacel, tal como señala Julián Marías en el prólogo recuperado para esta edición: es un rara avis, uno de esos escasos animales de pluma cuyo destino es vivir agitándola, trazando la trayectoria de su vida, no en el aire, sino en la cuartilla . Qué frescura -la ensalzó Mario Levrero-, qué manejo del idioma, qué intuición psicológica, qué fuente de placer.