Régis Debray nos muestra en este incisivo «elogio» el anverso de «la aldea global», concepto acuñado por Marshall McLuhan. A través de un ameno recorrido sobre el concepto de frontera en la historia, Debray nos reta a comprender que aquellos muros no han caído, que la idea de frontera no sólo no se ha diluido sino que emerge en nuevas y sofisticadas formas. Y nuestro autor va más allá: su dimensión negativa también puede convivir ?he ahí la complejidad? con una concepción que combata la imposición de la uniformidad. La frontera, en última instancia, como canto a la resistencia, a la diferenciación y, en palabras del pensador Aimé Césaire, como vacuna contra la «disolución en lo universal». Una obra, en suma, provocativa y lúcida, que no nos dejará indiferentes.