Aunque hoy caracterizamos como democráticos a los gobiernos contemporáneos de Occidente, sus instituciones fueron designadas para contener más que para promover a la democracia. Alexis de Tocqueville retrató esta paradoja con una precisión de cirujano cuando describió a América como una sociedad democrática con una política aristocrática (léase, "republicana").
El sufragio universal no ha alterado la naturaleza no-democrática de un sistema cuyos "acuerdos básicos se han mantenido igual", habiendo emergido como un gobierno de notables elegidos por unos pocos y privilegiados votantes.
La variedad de estratagemas para quitarle poder político a los pobres y aumentar el de los ricos apuntan hacia el hecho de que las democracias constitucionales de Occidente no poseen los recursos legales para bloquear las siempre cambiantes formas de influencia política creadas por las relaciones económicas y sociales.
LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
AUTOR/A
URBINATI, NADIA
Doctora en Ciencias Políticas por el Instituto Universitario Europeo de Florencia, es profesora en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Su contribución al estudio de la democracia y la difusión del pensamiento liberal y democrático italiano en el mundo le valió el premio de Commendatore della<BR>Republica (2008). Es coeditora de la prestigiosa revista Constellations: An International Journal<BR>of Critical and Democratic Theory. Entre sus trabajos se destacan Mill on Democracy (2004), que ganó el premio David and Elaine Spitz al mejor libro de teoría liberal y democrática del año, así como Representative Democracy: Principles and Genealogy (2006) y Democracy Disfigured (2014).<BR>Su ámbito de investigación y trabajo se centra en el pensamiento político moderno y contemporáneo, la democracia y los movimientos antidemocráticos.