Este Cuaderno está dedicado a la experiencia del coreógrafo interdisciplinar Javier Martín. Su vínculo con el Museo comenzó hace varios años, antes incluso de que la institución abriese sus puertas al público. Desde el principio, la relación estuvo caracterizada por un enriquecimiento mutuo que ha ido creciendo con los años y trasladándose a docentes, investigadores y estudiantes del entorno del campus.
Para entender la obra de Martín hay que aproximarse a su pensamiento de manera circular. Una espiral en la que pensamiento, ciencia, cuerpo, movimiento, comunidad y soledad ascienden o descienden según un tiempo no pautado que solo el autor conoce.
La residencia de Martín en el Museo Universidad de Navarra ha generado tres obras y una constante de acciones y desarrollos reflexivos. Trazos y apuntes de un artista, algunas de sus laves y obsesiones. Imágenes, paisajes o textos que inspiran al autor.
Si el tiempo es uno de los elementos que define el arte, en el caso del teatro, la danza o la música su importancia es determinante ya que, en un cierto sentido, la obra desaparece conforme se va creando. Pensando en el propio proceso de creación de las artes vivas, el registro de las diferentes fases resulta muy complejo más allá de la mera anotación. Es necesario crear herramientas para que todo ese conocimiento se conserve; el registro del proceso de creación constituye no solo el relato artístico del autor, sino también el de la institución que lo ha albergado. Cuadernos de creación es el reflejo en un soporte físico del trabajo generado durante ese periodo de acompañamiento de artistas en el que el Museo actúa a la vez como fuente de inspiración, apoyo y canal para el nacimiento de una obra viva.
