Los esclavos en américa parecen tener un sólo rostro: el de los africanos convertidos en mercancía, secuestrados de su lugar de origen y forzados brutalmente a trabjar en el Nuevo mundo. Pero a esa atroz historia hay que sumar la del sometimiento que se impuso a los pueblos indígenas amercianos, ejercido tanto en tiempos prehispánicos como durante el período colonial, con denominaciones que lo hacía digerible, como encomiendas o repartimientos. A esa otra esclavitud dedica Andrés reséndez este volumen pionero. El lector viajará del Caribe al suroeste de los actuales Estados Unidos, pasando por Mesoamérica y por esa áspera región habitada por pueblos nómadas y guerreros, y en ese recorrido se revelarán las características locales -siguiendo la macabra fórmula con la que se nombró a la servidumbre involuntaria- de esta "peculiar institución", por ejemplo el interés de los comerciantes sobre todo en mujeres y niños. Al adentrarse en un asunto a menudo pasado por alto, Reséndez revela una faceta feroz de las sociedades americanas. [...]