El mercado contra la ciudad, para descargar

De Tahrir a Sol, de Sintagma a Liberty Park, de México a Brasil, de Londres a París o Estocolmo, en los últimos años ciudades de todo el planeta han sido testigo de revueltas, acampadas y movilizaciones. Estos actos son la expresión de un rechazo a que la vida sea transformada en una mercancía intercambiable en el mercado.

Ya desde las plazas más emblemáticas, ya desde las periferias sistemáticamente abandonadas, las recientes irrupciones sociales y políticas en las regiones metropolitanas, tanto del norte como del sur global, parecen querer demostrar, parafraseando a David Harvey (2012), que la revolución del siglo XX será urbana o no será. En todo el planeta, el reciente ciclo contra el neoliberalismo se ha concentrado en la defensa de la tierra, del agua o de los servicios públicos.

En el centro está la lucha por el territorio, entendido como el entramado de recursos, relaciones sociales y formas de producción en el que damos forma a nuestras vidas (Zibechi, 2008). Y ese territorio tiende a coincidir cada vez más con las ciudades, espacios complejos, mezcla heterogénea de culturas, poblaciones, intereses, conocimientos y capacidades.1 Pero las ciudades no sólo se extienden en población, extensión y relevancia.

Más allá de su apetito devorador de suelo y de los espacios «naturales», que han quedado subordinados como proveedores de materias primas y receptores de desechos (Naredo, 2003), la regulación de la producción actual extiende y amplía lo urbano hasta cubrir prácticamente todo el planeta.

En este proceso, las ciudades han crecido en densidad y extensión, pero también han cambiado sus funciones. No son solo el espacio construido para el intercambio comercial de objetos, servicios y conocimientos, soporte físico e infraestructuras que permiten la vida en común. Se han convertido en gigantescas y sofisticadas mercancías.

Sus estructuras espaciales y relacionales han adquirido valores de mercado, los centros históricos se han transformado en destinos turísticos o centros comerciales al aire libre, las periferias en ciudades dormitorio o espacios residuales de exclusión, y la producción social y cultural en ocio y entretenimiento.

La ciudad ya no es ni el lugar donde «el aire te hace libre» (Pirenne, 1910), ni el centro de operaciones de mercaderes, soldados y fraternidades (Weber, 1921), sino una «máquina de crecimiento» (Logan y Moloch, 1987), cuyo desarrollo produce rentas para las élites empresariales y financieras. Esto las convierte en un campo de pruebas de la resiliencia de las comunidades frente a la privatización y financiarización de las instituciones que garantizaban la reproducción social.

A medida que la producción capitalista, así como la fuerza de trabajo, se concentra en las ciudades, también la resistencia a la desposesión y al expolio acaba por tomar a las ciudades como expresión privilegiada. Gran parte de las revueltas más significativas de los últimos años han tenido como escenario entornos urbanos, y también estos han sido su motivo.

En este volumen, el Observatorio Metropolitano ha querido recopilar una serie de artículos que resultan clave a fin de entender los procesos de extracción de plusvalor que tienen lugar en las ciudades. Esta breve selección pretende contribuir no solo a la comprensión de los procesos de desposesión y acumulación, sino también a hacer frente a los ataques contra la reproducción social. La compilación se inicia con un texto clásico sobre los procesos de gentrificación y revalorización inmobiliaria de ciertas áreas de Manhattan gracias a la producción artística: Roslyn Deutsche y Cara Ryan, «El bello arte de la gentrificación».

Con una pretensión de mayor actualidad, se incluye una poderosa crítica al modelo de gobernanza urbana basado en la «producción creativa» y la competitividad entre ciudades dirigido a atraer a un cierto tipo de trabajadores e industrias postfordistas: Jamie Peck, «A vueltas con la clase creativa». El subsiguiente auge y declive del análisis crítico de las consecuencias de este tipo de procesos se recoge en el artículo de Tom Slater, «La expulsión de las perspectivas críticas en la investigación sobre gentrificación».

Y la réplica desde la perspectiva de clase viene articulada por Loïc Wacquant en «Reubicar la gentrificación: clase trabajadora, ciencia y Estado en la reciente investigación urbana». Los otros tres artículos incluidos en el volumen pretenden ofrecer un marco general de análisis. Se incluyen así un texto también canónico de John Logan y Harvey Molotch sobre «La ciudad como máquina de crecimiento»; un importante trabajo de Brenner y Peck sobre las políticas urbanas neoliberales, Introducción 19 se permite la copia © «Urbanismo neoliberal: la ciudad y el imperio de los mercados»; y otro relevante artículo de Neil Smith, «Nuevo globalismo, nuevo urbanismo. La gentrificación como estrategia urbana global».