«El poder se tambaleará» 30 aniversario de la unidad de producción Alcores

29/12/2015 - 17:00
Jornada

Traficantes de Sueños

17.00 horas.

Proyección en video del montaje de la Unidad de Producción Alcores «Nosotros, hijos de Eichmann» de Günther Anders.

Este montaje formó parte de un proyecto que realizó el colectivo teatral entre 1997 y 2005 y que bajo el título “Trilogía de los límites” reunió tres montajes: Gas de Georg Kaiser, estrenada en 1997, Accidente de Christa Wolf, y el de Anders. En los tres casos estamos ante el resultado de tragedias humanas: la explosión de una fábrica de gas y los enfrentamientos por levantar la fábrica otra vez frente a la decisión de construir una sociedad nueva en la que no exista el peligro de la destrucción, en el primero; las consecuencias de la llegada de una nube radioactiva tras el accidente de Chernobyl, en el segundo; y el exterminio de los campos nazis, la explosión de las bombas atómicas y la planificación de la guerra de Vietnam, en el tercero. En los tres casos las obras señalan y advierten acerca de los límites al productivismo en que están embarcadas nuestras sociedades: límites sociales, ecológicos y vitales. Son, además, una llamada a la responsabilidad y una apuesta por definir un teatro político: un teatro de reflexión sobre la construcción y la lógica de los sistemas en que vivimos.

Nosotros, hijos de Eichmann fue estrenada en una versión reducida en 2002. La adaptación teatral completa de la obra de Anders (estrenada en 2005) es un monólogo teatral en tres actos que utiliza diferentes estéticas. Si para Gas se usó el expresionismo, y para Accidente el realismo, para Nosotros, hijos de Eichmann se utilizó un conjunto plural de técnicas que favorecen el lenguaje sintético de Anders y un desarrollo argumental, algo que se requiere para exponer las tesis sobre nuestro mundo. Por la misma razón se multiplicaron las posiciones de sujeto: se disgregó al único personaje, cuyo nombre coincide con la penúltima letra del abecedario: Y. La obra pasa, por ello, por distintas fases estéticas: del fragmento realista a la parábola, de la escena biomecánica a otra integrada por proyecciones.

En 1964, dos años después de la ejecución del criminal nazi Adolf Eichmann, encargado del transporte de judíos a los campos de exterminio y organizador de la conferencia de Wansee donde se proyectó la “solución final”, Anders publicó una carta abierta al hijo de éste, Klaus Eichmann, en la que intentaba comprender cómo pudo suceder este acontecimiento y los que le siguieron: la bomba de Hiroshima y la bomba de Nagasaki. Tras la carta se incluía un post-scriptum en el que contestaba a unas arrogantes declaraciones de Kalus Eichmann. La carta tuvo una continuación en otra, escrita en 1988, en la que se ataca el revisionismo historiográfico y se desmontaban los argumentos utilizados por el hijo para justificar a su padre. Las dos cartas desarrollan el pensamiento de Anders a propósito de la condición humana en la era de la segunda y tercera revolución industrial, en la época de la obsolescencia del ser humano. En ellas se considera tanto la posición ética de cualquier ser humano en relación con los otros y sus acciones, como la confirmación de una ecuación en la que se dibuja la tragedia de lo monstruoso de nuestro tiempo: la infinita capacidad productiva del ser humano frente a su limitada capacidad de representación, y por tanto de sentir. Tal desproporción nos muestra una racionalidad oscurecida, cegadora y dibuja un horizonte en el que la realidad es ocupada por el sueño de las máquinas: la extensión máxima del máximo rendimiento sin importar qué asimilar y qué eliminar. Pero las cartas son, además, una explicación sobre cómo pudieron ocurrir tales acontecimientos en sociedades racionales y realizados por seres humanos normales: el exterminio en los campos de concentración, el lanzamiento de las bombas atómicas, la fabricación de armas de destrucción masiva, el mantenimiento del peligro nuclear, etc.

 

 

18.00 horas.

Presentación del libro El poder se tambaleará (The Cradle Will Rock) de Marc Blitzstein y Orson Welles, publicado por La Linterna Sorda.

Este libro recoge el texto teatral de Marc Blitzstein que estrenó la Unidad de Producción Alcores en 2005. La obra más importante de Blitzstein, esta pieza teatral y musical que integra el expresionismo escénico, los sonidos y ritmos de la tradición musical norteamericana, las rupturas vanguardistas, fue escrita en 1936 en medio de un tiempo convulso y en una sociedad norteamericana atravesada por el paro, la violencia patronal, la revolución y el fascismo. The Cradle Will Rock hace converger en un mismo punto los procesos de monopolización y concentraciones de poderes en las manos de un simbólico y violento Señor Mister, y los esfuerzos e ilusiones del proletariado industrial por organizar un sindicato que pueda enfrentarse a la explotación, la miseria y la violencia cuya figura simbólica es el sindicalista Larry Foreman. Su orientación paródica, la utilización del gestus social brechtiano para señalar las relaciones sociales que conforman cada individuo como sujetos a determinadas prácticas, así como la construcción de funciones sociales en lugar de personajes le permiten a Blitzstein escenificar un relato de la lucha de clases que presenta la prostitución como un hecho que caracteriza vertebralmente la vida en las sociedades capitalistas. Desde el juzgado hasta la Iglesia, desde la Universidad hasta la Medicina, el poder del capital se impone para establecer un dominio de toda la sociedad adecuado a sus intereses.

Durante la presentación se dramatizarán algunas escenas, se proyectarán algunos momentos del montaje del colectivo teatral y se comentará el contexto social y las implicaciones entre varios invitados.

 

19.30 horas.

Representación del montaje Tres posiciones de Gramsci, Letelier y Meinhof, estrenada en 2011 y en repertorio.

Tres posiciones, o tres formas de afrontar la realidad. El problema de lo político pensado como la manera en la que una subjetividad puede oponerse a la estructura de dominación que ha sido incorporada (hecha cuerpo) en nosotros, mediante la indiferencia (analizada por Gramsci), a través de la creencia en la libertad propugnada por el liberalismo (denunciada por Letelier), con el aislamiento total (contra lo que se opone Meinhof). Tres posiciones desde las que responder a esa misma realidad que daña los cuerpos, que destroza las vidas, que se lamenta sin haber luchado. Tres posiciones radicales que explican la relación entre la inacción y la realidad, el fascismo y el neoliberalismo, la sociedad de la alienación total. Equipo: Ricardo García Pérez, Mª Mar Gómez Aragón, Óscar Robles, César de Vicente Hernando.

 

 

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