Presentación del libro Cambiar la sociedad. Recuerdos de la universidad franquista y de una transición democrática inacabada (Catarata, 2024). Con Francisco Alburquerque Llorens, autor; Carlos Berzosa, Alonso-Martínez, Jaime Pastor Verdú, Emilio Criado Herrero, y Elena Hernández Sandoica.
La mayoría de los estudios referentes a los movimientos antifranquistas en la universidad española rehúyen los aspectos personales, los contextos familiares y sociales que dan respuesta a las motivaciones que llevaron a muchos representantes de esa generación a acometer retos que implicaban, junto a graves riesgos personales, cambios radicales en su visión de la realidad que les rodeaba. De ahí la importancia de estas memorias, que entrelazan la trayectoria vital con el contexto social y político vivido por su protagonista. Francisco Alburquerque Llorens, líder clave del movimiento estudiantil madrileño entre 1964 y 1968, fue delegado del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Madrid (SDEUM) en la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, epicentro de la lucha estudiantil, tanto de la Complutense como del conjunto de las universidades españolas.
Francisco Alburquerque constituye un ejemplo de toda una generación que, como bien recordaba Manuel Vázquez Montalbán, no se involucró en el activismo por ambiciones personales o de poder, sino para transformar la sociedad, intentando mantener una coherencia con sus principios a lo largo de toda su vida profesional.
Nació en Córdoba el 25 de febrero de 1944, de padres republicanos represaliados tras la Guerra Civil. Fue representante estudiantil y participó activamente en la creación del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Madrid (SDEUM). Posteriormente, entró a trabajar como profesor ayudante en la cátedra de Estructura e Instituciones Económicas de José Luis Sampedro, y durante esos años formó pate de la Coordinadora Estatal de profesores no numerarios (PNN) de universidad. Después, trabajó en el Instituto de Promoción Industrial de Andalucía (IPIA). Tras ello, obtuvo una plaza de colaborador científico en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, organismo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las limitaciones existentes en dicha Escuela en aquellos momentos le animaron a trasladarse a la sede de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile para realizar un Máster sobre Desarrollo y Políticas Públicas en el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES), organismo de la CEPAL. Tras ello, regresó al CSIC en España, donde solicitó el traslado al Instituto de Economía, Geografía y Demografía de Madrid, desde donde llevó a cabo sucesivas comisiones de servicio para participar en actividades de cooperación técnica internacional para el desarrollo territorial con organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Unión Europea (UE), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la CEPAL, entre otros, además de colaborar con Agencias de Desarrollo Regional, en temas vinculados al desarrollo económico local y el desarrollo territorial sustentable ambientalmente.