El 20 de enero de 1973 fue asesinado, en Conakry (Guinea), Amílcar Cabral. Contaba con 48 años de edad, Considerado como uno de los principales ideólogos africanos del siglo XX y cuyo pensamiento ha trascendido su espacio y momento históricos. Sus ideales siguen siendo una referencia fundamental en distintas partes del mundo.
Cabral nació en septiembre de 1924, en la entonces colonia de Guinea Portuguesa, que incluía el terreno continental de la actual República de Guinea Bissau y el archipiélago de la República de Cabo Verde. De familia caboverdiana, vivió las graves secuelas de las sequias, hambrunas mortales y pobreza en el archipiélago. Cuando la mayoría de los territorios coloniales en África estaban en proceso de obtener su independencia, la dictadura portuguesa decidió declarar a sus cuatro colonias en África como “provincias de ultramar”, negando toda posibilidad de obtener la independencia, a esos pueblos, así como sus derechos humanos fundamentales. Cuando concluyó sus estudios, de ingeniería agrónoma, en Portugal decidió regresar a Guinea Bissau, Por su trabajo profesional, pudo recorrer todo el territorio del país para elaborar informes técnicos. Eso le permitió conocer las historias y las culturas de los pueblos más ignorados y empobrecidos, en el interior de la colonia. En 1956, Amílcar Cabral, Luís Cabral, Aristides Pereira, Fernando Fortes, Elysée Turpin y Júlio Almeida, fundaron el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC).
En 1959, cuando un conato de rebeldía de estibadores en Bissau fue reprimido en forma violenta, el PAIGC consideró que había llegado el momento de tomar las armas para combatir al colonialismo. Cuando comenzó la lucha armada, la colonia de Guinea Portuguesa era casi desconocida a nivel internacional. Desde inicios de la década de 1960, el PAIGC logró crear zonas liberadas, en las que fundó escuelas para toda la población, creando libros escolares, clínicas improvisadas, agricultura de auto subsistencia y desarrollando formas de organización sociopolítica, con base en las culturas locales. A inicios de la década de 1970, los portugueses solo ocupaban una parte marginal de Guinea Bissau, a pesar de contar con el respaldo militar de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), que aportó armamento sofisticado y bombas de napalm, atacando a la población civil.
Amílcar Cabral era un líder carismático, inteligente y un gran escritor. Tenía la capacidad de comunicarse con la gente más humilde de la colonia, pero también con círculos intelectuales y políticos a nivel internacional. En contra de los prejuicios dominantes, Cabral afirmó que no podía existir ningún grupo humano -sin importar el color de su piel, su nivel de desarrollo y su situación socioeconómica, sin historia y sin cultura, la cual definía como la síntesis, más o menos dinámica, de las relaciones, por un lado, entre los seres humanos, y por otro, entre estos y la naturaleza. Observó que la resistencia ante cualquier forma de opresión nace en la cultura del pueblo sojuzgado y por eso los opresores buscan destruir esa cultura, lo que es imposible. En la clandestinidad y no apreciable para ojos externos, esa cultura persiste. Cuestionó los aspectos negativos que existen en todas las culturas, como la poligamia y la falta de igualdad entre mujeres y hombres, concepto revolucionario en la década de 1960. Meses después de su asesinato, en las zonas liberadas de Guinea Bissau se declaró unilateralmente el Estado independiente, basado en comicios. Fue electo su hermano, Luiz. En 1974, después de ser derrocada la dictadura en Lisboa, Portugal reconoció la independencia de Guinea Bissau y en 1975 las independencias de Cabo Verde y de las otras tres colonias africanas. El pensamiento y la obra de Amilcar Cabral sigue siendo, una guía en el mundo actual, y su ejemplo es un modelo para conseguir, una sociedad más justa, libre y democrática.
