Librería Traficantes de Sueños
Aportación libre y voluntaria
Aforo limitado
Edad recomendada es entre 4 y 10 años.
Dos pases: 12:30h y 13:15h
Hace un tiempo, a Vicente , renombrado cuentacuentos, se le fueron volando todos los cuentos. Fue un día de viento. Los llevaba todos guardados dentro de su gran sombrero de copa que, t ras el vendaval voló por el cielo dejando perderse en libertad todas las historias que llevaba consigo . Afectado por el desastre, Vicente decidió llamar a Gea y Pruna, expertas investigadoras de historias extraviadas. Su misión es muy importante. Con todos estos personajes volando por ahí hay quienes intentan capturarlos para disecarlos, para hacerlos sólo suyos. Los cuentos, asustados, se resguardan en la lengua de las personas y, si no se reconocen y se cuentan, se quedan enredados o para siempre o, peor aún , se olvidan.
Gea y Pruna recorren sendas y montañas en busca de estas historias que hablan de la lluvia, de misteriosas comunidades mágicas, de pequeños héroes cotidianos y desconocidos y mucho más.
Se me ha quedado un cuento enredado en la lengua es un espectáculo de cuentacuentos construido a partir de una necesidad: estimular la imaginación y la creatividad de los más pequeños partiendo de objetos y situaciones cotidianas que se transforman en fantásticas. Así, las gotas que componen la lluvia pueden reflejar la heterogeneidad propia del mundo y el ser humano, una persona que cuida y planta árboles puede convertirse en un héroe de carne y hueso. También nosotros .
Al partir de un mundo cercano, la imaginación de los niño s se alimenta con la certeza de que, para transformar la realidad, hace falta creatividad y juego. Cada uno de nosotros puede crear e imaginar mundos posibles con muy poco.
Las historias seleccionadas defienden una serie de valores como el medioambiente, la igualdad de género, el respeto por los derechos humanos y los derechos de los niños y la resignificación del espacio público