Lecturas para la liberación del deseo.
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Nociones Comunes-grupo de lectura
Ateneo La Maliciosa y también ON-LINE.
«En la cultura del desierto, la razón crítica ha terminado.
Dejemos nuestro equipaje y construyamos otra brújula: la del pasado ya no sirve, porque el norte y el sur han cambiado. El imaginario de la población del desierto es un imaginario de aturdimiento. Época de la religión que vuelve y de la heroína. Y la lógica de la alteración que sucede a la lógica dialéctica. No más crítica, no más secuencialidad de signos discretos y discernibles. Sino instantaneidad de la alteración, producción artificial del continuum. Dentro de este imaginario es necesario moverse, para salir de lo real que lo limita.
No más secuencias de signos que adquieren significado a partir de la conexión dialéctica, sino una sucesión de configuraciones. El capital no es biodegradable, no hay superación posible de este universo. Pero, ¿qué pasa con nosotros? ¿Por qué deberíamos pensar que nuestra suerte está relacionada con la de la humanidad? La humanidad que elige a Reagan y que sufre a Brezhnev y aclama a Wojtyla, en lo que a nosotros respecta, también puede desaparecer.
La revolución proletaria que ha avanzado en la última década no ha ganado en ninguna parte por la simple razón de que no puede ganar. No pretende realizarse, no pretende transformarse en gobierno de lo existente. No hay posibilidad de gobernar lo existente si no es volviéndolo un desierto. Por lo tanto, aquí estamos en el desierto. No saldremos jamás de él con la brújula de la política. Para el poder, el desierto es la única tierra habitable: militarización generalizada, guerra total asintótica, capitalismo mundial integrado, decerebralización. De esta manera, los dueños del tiempo ya han salido de su crisis.»