Traficantes de Sueños
Este sábado negro comenzaremos con un viaje a Perú. Para ello proyectaremos el documental Los hijos del Ayllu, realizado en el año 2013.
Este documental es el resultado de un taller de Animación con 20 niños y niñas entre 6 y 13 años de Auquimarca en los Andes peruanos.
Los hijos del Ayllu es la historia de Flor Margarita, Flor María, Lisbeth y José, pero es a su vez el de millones de niños en todo el mundo que deben alternar los estudios con labores extraescolares como el cuidado del hogar, de sus hermanos, de la tierra (chacra), pero también de otros oficios más propios de los adultos.
El documental, realizado en coproducción de PDA Films con el colectivo La Combi (Perú), es uno de los ganadores del I Certamen Fundación Telefónica Documenta.
La tercera dimensión
Leonardo Padura es uno de nuestros escritores más queridos.
Ha publicado recientemente un relato con el título de La noche triste de Chano Pozo con ilustraciones de Ajubel.
¿Quién fue Chano Pozo?
"Luciano Pozo Gonzales, más conocido como Chano Pozo (La Habana -Cuba-, 7 de enero de 1915 – Nueva York, 3 de diciembre de 1948), fue un percusionista cubano de son montuno y jazz afrocubano.
Limpió zapatos y vendió periódicos, tocó música en muchos lugares y hasta bailó en la conocida comparsa habanera de "Los Dandys".
Pertenecía a la Sociedad Secreta Abakuá, lo que explica el dominio perfecto que tuvo de los tambores propios del rito. Tenía costumbre de tocar ritmos sagrados en sus congas, así como de cantar temas abakuás y yorubas.
Trabajó en las retransmisiones públicas de la estación de Radio Cadena Azul, junto a figuras de la talla de Charlie Parker y Dizzy Gillespie, estaba con Dizzy cuando popularizó el conocido tema de Manteca."
(Fuente: Wikipedia)
Pues nuestro Chano Pozo es el personaje que Leonardo Padura toma para reivindicar su figura 66 años después de su muerte. Padura escribe un excelente relato sobre este tamborero cubano. Pero si importante es el texto del relato también lo son las imágenes que lo ilustran, obra de otro cubano importante Ajubel.
El relato que presentamos es el primero de una serie que mostrará a otros personajes cubanos que Leonardo Padura ha querido hacernos conocer. Los próximos relatos son:
Barrio Chino: el viaje más largo (El nacimiento, esplendor y la decadencia del que fuera el bario chino más populoso de América Latina)
Yarini, el rey (Vida y suerte del proxeneta más famoso de la historia de Cuba)
El romance de Angerona (La insólita historia de amor entre un alemán romántico y una haitiana pragmática que fundaron el cafetal más productivo y singular de Cuba)
La última rumba de Malanga (Aventuras y desventuras de un mítico bailador de rumba)
Los dos tiempos de San José de Bellavista (Mitos y fantasmas en una casa de La Habana del siglo XIX)
Para finalizar la sesión contaremos con unas invitadas a las que apreciamos de manera especial. Se trata de personas pertenecientes a la Asociación Madres unidas contra la droga.
Hablaremos con ellas y presentaremos la nueva edición de su libro Para que no me olvides.
"Con más de 30 años de existencia a sus espaldas, el colectivo Madres unidas contra la Droga quiere realizar un pequeño repaso a su trayectoria de lucha. Decimos pequeño porque sería imposible plasmar en papel tantas vivencias, experiencias y aprendizajes vividos en primera persona.
Para que no me olvides es un grito contra lo que nunca tendría que haber sucedido; un homenaje a la cantidad de chavales a quienes robaron la vida.
A través de este libro, el colectivo Madres unidas contra la Droga quiere contar, desde las entrañas, que aquí, en el Estado Español, se ha producido un exterminio. Gran parte de la generación de principios de los sesenta fue aniquilada al permitirse, o incluso incentivarse, que la heroína llegara a los barrios más pobres de las ciudades. Este fenómeno apartó a miles de jóvenes de una participación activa en el nuevo panorama sociopolítico; un marco histórico de profundas fricciones del que se marginó a toda una generación que quedó culpabilizada de algo de lo que solo el abandono político es responsable.
Fuimos las madres las que nos anticipamos y percibimos, incluso antes que nuestros propios hijos, como la muerte nos los arrebataba. Y fuimos de los primeros grupos que al unirnos descubrimos lo que estaba pasando."
Fuente: Página web de la editorial Klinamen