Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957) es un artista y escritor de culto, muy a su pesar. Sus obras y libros han creado un cuerpo de imágenes e ideas que, una vez superada su apariencia anacrónica, constituyen una enmienda a nuestras formas de vida globalizadas. Su adhesión al localismo no tiene un trasfondo folklórico, sino radical. En sus obras y textos solo existen los lugares que se pueden alcanzar a pie, caminando. Cuando el sistema del arte parece exigir un internacionalismo acrítico, Perejaume transita este mundo desde una perspectiva ligada a la materialidad histórica y ancestral del campo. Una descripción injusta sería considerarlo un poeta, acepción que se le adjudica por su capacidad de adueñarse del lenguaje, que a menudo pone patas arriba con el concurso de una ironía deslumbrante. Mejor sería considerarlo un agricultor que en algún momento fue artista.