Tengo 69 años. Cuando era muy pequeña, vivíamos en El Pardo. Uno de mis primeros recuerdos es ver como pasaba la motorizada con el coche de Franco en el centro. Y sentía mucho, mucho miedo, y no sabía por qué.<BR> A mi alrededor se contaban historias que yo siempre escuchaba, historias de la guerra, de las bombas, del hambre, de la gente del pueblo, viva o muerta. Y mi miedo crecía.<BR> Cuando me hice mujer, elegí bando. Y aprendí que se puede compartir el miedo, pero a la vez que muchas otras emociones, como la de sentir que colaboras, aunque sea un poquito, en que las cosas cambien. Y seguí coleccionando historias.<BR> Luego me hice maestra, y después madre, y más tarde abuela, e incluso jubilada. He dedicado más de 40 años a educar y en la educación se ha centrado mi militancia. Ahora, libre de esa tarea, me dedico a aprender. Escribir lo he hecho siempre, es lo que me permite comprender y comprenderme, sólo que ahora voy a compartir lo escrito".
