Bertrand Russell es el más moderno de los pensadores aquí reunidos, en todos los sentidos de la modernidad.Y figura como uno de sus libros más frescos, estimulantes y de más agudo sentido del humor. Más cercano casi siempre de Voltaire que de Montaigne, se interesó siempre por la pedagogía ilustrada, con su clara confianza en la razón y en la crítica como instrumentos al servicio de la verdad. Cáustico e irónico, Russell es, a su modo, uno de los últimos grandes humanistas de Occidente. Y hay, en este libro punzante y de estilo diáfano, una evidente prueba de su marcha en pos de la felicidad terrestre y mundana, no una búsqueda trascendente como la del Grial, pero no menos digna de un esforzado empeño, solitario y solidario.