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Una madre. Un bebé. Interminables noches en vela. Carolina del Olmo descubrió de primera mano lo que tantas otras madres ya sabían: que la maternidad no es un camino de rosas y, más aun, que está plagada de miedos e inseguridades.
Con su carácter curioso y hasta un poco cotilla, su formación en filosofía y su empeño por tener las cosas bajo control, Carolina se puso a leer y a indagar, pero no descubrió nada. Los libros no ayudan -cuenta Del Olmo- porque en la literatura sobre crianza se libra una guerra. En un bando, la militancia pro-niño con sus banderas de la lactancia a demanda y el colecho, donde a los adultos sólo nos queda plegarnos a las necesidades de nuestros hijos. De otro, la armada pro-adulto, que ve a los niños como unos seres viciosos y egoístas a los que los padres tenemos que corregir hasta que quepan en el traje que la sociedad quiere que lleven. Y en todas partes expertos y más expertos que vienen a decirte cómo tienes que criar a tu hijo y que colocan su saber por encima de la experiencia cotidiana de tantos padres y madres.
¿Son estas todas las respuestas que podemos dar a un fenómeno tan complejo como la maternidad? ¿No hay más marco de reflexión que el binomio madre-hijo? ¿Qué hay de la maternidad como hecho social y compartido?
En ¿Dónde está mi tribu? Carolina del Olmo cuenta su historia para componer una reflexión sociológica que nace de un relato íntimo. Lo hace con humor y con ternura, pero también con un implacable sentido moral.
Porque ¿de qué otra manera se puede hablar hoy de la maternidad, ese lugar atravesado por la economía, la política y la moral y que al mismo tiempo constituye el centro de nuestra estructura social y da forma al sentido común y a la ética compartida?
Con esta base, ¿Dónde está mi tribu? es un libro que va a seducir tanto a los doctos de las ciencias sociales como a esa legión de madres y padres ávidos de respuestas o, al menos, de reflejos en los que mirarse.
Voces expertas
A lo largo del libro, Del Olmo analiza los fenómenos que están transformando la crianza. Y a la cabeza de todos ellos está, para la autora, la aparición de voces expertas que terminan por desautorizar la experiencia y hasta el propio instinto de las madres: Médicos, pedagogos, psicólogos y nutricionistas externalizan la toma de decisiones fuera del ámbito de la familia y provocan, en última instancia, miedo, confusión y un profundo sentimiento de culpa entre los padres y madres.
Hace falta toda una tribu
Dice el proverbio africano que ?Para criar a un hijo hace falta toda la tribu?, pero en Occidente nos hemos quedado sin ella. Ha desaparecido ese clan que hasta no hace tanto tiempo apoyaba la crianza: las mujeres de la familia, los hermanos mayores, incluso las vecinas.
¿Cómo está sustituyendo la familia nuclear esa red de apoyo? ¿Cómo está afectando este fenómeno a las mujeres que, además de cuidar, tienen un trabajo remunerado y una vida social? Del Olmo repasa las distintas estrategias comúnmente adoptadas, de la ayuda pagada -pero precaria- a la colaboración de los abuelos, y se pregunta si otras formas de cooperación son posibles.
Mujeres libres de niños
En los últimos 40 años, el número de mujeres que terminan su edad fértil sin tener hijos se ha duplicado en algunos países. Estas mujeres, a las que antes se denominaba childless (carentes de hijos), ahora se dan en llamar childfree (libres de hijos) y encarnan un nuevo modo de vida que acapara portadas y tendencias.
En ¿Dónde está mi tribu? Carolina del Olmo repasa las raíces culturales y socioeconómicas de estos cambios y navega contra corriente. Propone repensar la concepción de la maternidad que han desarrollado determinadas ramas del feminismo: de los hijos como carga a los hijos como riqueza. Del derecho a elegir al derecho a cuidar.
Con todos estos ingredientes ¿Dónde está mi tribu? se convierte en un libro no exento de polémica que dará que hablar.