Doris Ensinger nació en Alemania con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo. Ya de pequeña se rebeló contra una pedagogía basada en los viejos valores de una sociedad encorsetada de posguerra y esta situación señaló el rumbo de su vida. Su juventud estuvo marcada por un comprometido activismo estudiantil. Y su lucha por la memoria histórica y los derechos humanos la llevó a conocer las realidades de las dictaduras portuguesa y española, así como a las personas que, como ella, querían contribuir en la construcción de una sociedad más justa.Su vida junto a Luis Andrés Edo constituye la segunda parte de esta biografía; histórico militante del movimiento anarcosindicalista español de la CNT, compartió su vida y sus experiencias junto a Doris, sin olvidar nunca sus principios y su lucha política. «No soy una de aquellas mujeres heroicas que se entregaron con tenacidad a la lucha contra la tiranía y a favor de una sociedad más justa y más humana y que en esa lucha arriesgaron su vida; tampoco soy una de aquellas mujeres que entraron en la historia por su vida y obra. Sin embargo, el ejemplo de tantas mujeres valientes me inspiró a contribuir algo, a mi manera modesta, en la lucha por un mundo mejor. Lo especial de mi vida es que un día me encontré a un hombre cuyo nombre era conocido entonces por su lucha activa...