A través de los cuentos de Chejov (18601904), uno de los grandes clásicos europeos, penetramos en lo más profundo de la vida rusa. Sucesos en apariencia triviales, anécdotas sencillas y pequeños acontecimientos sirven de punto de partida a los mejores cuentos del autor, que en su conjunto forman un mosaico del modo de ser y de sentir de todo un pueblo. Gran literatura al alcance de todos los bolsillos.
AUTOR/A
CHÉJOV, ANTÓN PAVLOVICH
(Taganrog [Rusia], 1860 - Badenweiller [Alemania], 1904) Antón Pávlovich Chéjov es uno de los grandes escritores rusos del siglo XIX. Nieto de un antiguo siervo que había logrado comprar su libertad y la de su familia, en 1879 Chéjov comenzó a estudiar Medicina en Moscú y a publicar estampas humorísticas en revistas y periódicos para poder mantener a sus padres y hermanos. Fruto de estas colaboraciones, entre 1884 y 1885 publicó por entregas su primera novela, Una extraña confesión, su única incursión en la narrativa policíaca, que le ha valido el aplauso de grandes expertos del género como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares o Sergio Pitol. Sin embargo, la fama no le llegaría hasta 1888, cuando aparece su novela corta La estepa, estrena su primera obra de teatro, Ivanov, y recibe el premio Pushkin. Convertido desde entonces en escritor profesional, dos años después inicia una expedición a la isla de Sajalín para estudiar las condiciones de vida de los reclusos que residían junto a sus familias en aquel penal, una aventura que marcaría el resto de su vida. Entre sus obras teatrales destacan La gaviota (1896), El tío Vania (1899), Tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1901). Sus novelas cortas, como El reino de las mujeres y Flores tardías, y sus cuentos fueron alabados por Tolstói y Gorki. En 1901 se casó con la actriz Olga Knipper, pero la tuberculosis le mantuvo alejado de ella en su residencia de Yalta.