<="" a="">Los siete relatos de El peluquero de Dios hablan de los horrores de la historia, de complicidades o silencios pero también de quienes dijeron no y rescataron la dignidad del ser humano en tiempos sombríos. De la Guerra Civil, el franquismo, el drama inimaginable de la Shoah, la dictadura argentina... Memoria frente al olvido. Y respuesta a la interpelación de los ausentes: los desaparecidos, los que ascienden como humo en los hornos crematorios o los que nos miran desde una vieja fotografía del álbum familiar. También de los frágiles límites de lo real. Y del necesario rescate de las heridas, de quienes, con sus pequeños o grandes gestos de rebeldía, alimentan nuestra esperanza. Del descanso de los justos y las víctimas. Ese descanso con el que finaliza el relato que da título al libro: ?Camino con Dios, de la mano de Dios, con el pelo de Dios, diciendo el nombre de Dios. Y juntos traspasamos el umbral. Al fin, yo, Samuel, el peluquero de Dios, voy a descansar en su silencio.?