Para envío
En el entendido estricto de que la historia la hacen grupos sociales, esta obra debería tener otro título. Pero sólo hasta hace muy poco tiempo, la historia estaba configurada por una serie de grandes o egregios personajes, a los que se acostumbraba llamar justamente "históricos". A la luz de esta antigua y señorial disciplina, eran ellos quienes hacían y decidían la historia.
Las nuevas corrientes historiográficas consideran otra forma de ver los hechos sociales trascendentes. En ninguno de estos dos campos cae Europa y la gente sin historia, aunque ciertamente se encuentra más cerca del segundo.
Eric R. Wolf reconsidera la historia en cuanto ha sido decidida no sólo por los grandes acontecimientos, los movimientos religiosos y políticos y las inclinaciones o necesidades económicas, sino también en cuanto a determinar seres oscuros y aparentemente insignificantes. No sólo se trata de la "masa" que lleva y es llevada por los impulsos apuntados, sino de esos testigos y víctimas involuntarias que se vieron envueltos en los grandes cambios o evoluciones del acontecimiento humano. El autor quiere ver dentro de su entorno natural a muchos de los personajes menudos que la tradicional disciplina llamada historia ha ignorado como factores decisivos.