Mi lucha, de Karl Ove Knausgård, alcanza el Fin, y lo hace llevándonos hasta el principio: Knausgård, enfrentado a un callejón sin salida literario y un punto muerto existencial, acaba de volcar sus ansiedades (y exponer a sus allegados) en La muerte del padre, y se dispone a publicarla. Se hace fotos para el lanzamiento, se prepara para las primeras entrevistas promocionales, da, nervioso, a leer el manuscrito y recibe respuestas mayormente conformes. Y, de pronto, una bomba anunciada por dos palabras, "Violación verbal", que encabezan el e-mail que a Knausgård le manda su tío Gunnar: un e-mail que lo acusa de haber escrito un libro lleno de mentiras bajo el influjo adoctrinador de su madre, y que anuncia medidas legales si este llega a ver la luz. Una bomba que sacude al autor e impacta contra la línea de flotación de su proyecto, que busca poner la memoria al servicio de la honestidad: Knausgård tendrá que preguntarse si la primera no lo está traicionando, comprometiendo así la segunda, y, en caso negativo, cuáles son los efectos de querer ser honesto a toda costa.
Y, a raíz de ello, el Knausgård más minucioso y exhaustivo, el más desenvuelto y proteico, capaz de entreverar su hiperrealismo doméstico de variadísimas reflexiones y derivas ensayísticas, inicia un excurso de una osadía casi desafiante y una inusual capacidad asociativa donde del peso del nombre en la familia y en la construcción de la identidad se pasa a su peso en la literatura, y de ahí al Holocausto y a Hitler y su Mi lucha, examinando las formas a veces perversas en que puede influir en la realidad la palabra.
Y cuando el excurso termina, de vuelta en casa al otro lado de la palabra, a Knausgård le espera la realidad en toda su crudeza. Fin redobla esfuerzos para conseguir un cierre a la altura de Mi lucha, amplificando las propiedades más relevantes del estilo knausgårdiano: su maximalismo, su libertad formal y expresiva, su transparencia, su urgencia sin maquillar, su capacidad para englobar todo lo que bulle y late en una vida. El resultado regresa al terreno de La muerte del padre y Un hombre enamorado para, potenciando sus logros, entregar páginas agudas e inmediatas, dolorosas y emocionantes, sobre la familia, la paternidad, la pareja, la escritura y el equilibrio inestable que todas ellas mantienen: la encrucijada sobre la que Knausgård ha edificado un monumento literario que ya está, ahora, deslumbrantemente completo.
FIN
AUTOR/A
KNAUSGÅRD, KARL OVE
Karl Ove Knausgård nació en 1968. Debutó en la literatura en 1998 con una aplaudida novela, Ute av verden (Fuera del mundo), gran éxito de crítica y ventas, y por la que recibió el premio de los Críticos de Noruega, que hasta entonces nunca había sido otorgardo a una primera novela. La segunda, En tid for alt (Un tiempo para todo) (2004), también resultó un acontecimiento. Knausgård se embarcó en otoño de 2009 en un proyecto literario sin igual. Su obra autobiográfica Mi lucha es, en más de un sentido, una gran proeza literaria: está compuesta por seis novelas, y la última fue publicada en otoño de 2011. A la primera le fueron otorgados en 2009 el prestigioso Brage Award y el Morgenbladet Award al mejor libro del año, y en 2010, el P2 Listeners\' Prize; los tres primeros volúmenes fueron galardonados con el Sorlandet Literary Prize también en 2010. Este fascinante experimento literario, además de ser un gran éxito de crítica y de recibir numerosos galardones, ha suscitado un gran interés en los medios de comunicación y entre los críticos literarios y los lectores, y el resultado han sido cientos de artículos, comentarios, ensayos, notas en blogs y debates. Cuando fue publicada la sexta novela, las primeras cinco ya habían vendido en Noruega la increíble suma de cuatrocientos mil ejemplares. Esta ambiciosísima gesta literaria ha despertado, además, un enorme interés internacional, con quince traducciones en marcha.