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Entre los años 2015 y 2017, el discurso público se hizo eco de lo que empezó a conocerse como la "gran crisis de refugiados en Europa". La preocupación de los medios occidentales por esta cuestión se incrementó notablemente durante ese periodo y es, precisamente, porque a partir de 2015 esta crisisempezó a afectar a Europa, el nuevo destino de los refugiados. Al hablar de migraciones, incluso cuando se trata de las de carácter forzoso, es inevitable que en el discurso público surja la cuestión de la identidad. La "identidad" es un concepto que solo puede tratarse desde una perspectiva multidisciplinar, al igual que el de "frontera", y los estudiosos de los diversos campos que han intentado definirlas y describirlas coinciden en que estas son inherentemente discursivas. Esto último cobra sentido cuando hablamos de personas que viven en movimiento, como los refugiados, pues sus identidades son las que mayormente se van a ver alteradas por las propias circunstancias que viven, en su paso (físico o psicológico) por los límites que los separan del Otro. Este libro se propone presentar un modelo de análisis discursivo que nos permita entender el el vínculo entre frontera, identidad y refugiados.


