Lo que el lector tiene frente a sí es una obra que recién cumplió 33 años. Fue en 1980 cuando producto de la pluma de Claude Raffestin por vez primera salió a la luz pública con el título Pour une géographie du pouvoir. Pese a la evidente trascendencia de sus planteamientos para la geografía humana y en especial para la geografía política, en palabras de Juliet J. Fall, en su momento esta obra no tuvo la suficiente posibilidad de difundirse entre el gremio de geógrafos de habla francófona y poco menos lo fue en el de habla inglesa. Por lo que trascender las barreras del idioma no le ha resultado una tarea fácil. Más no por ello le resta valía y actualidad a su propuesta, pues al retomar los planteamientos de Michel Foucault, vemos que se fundamenta en un "sistema de relaciones al interior del cual circula el poder. presente en cualquier 'producción' que se apoya en el espacio y en el tiempo". Así, toda relación humana está mediada por el poder, por un ejercicio de poder materializado en el espacio, mismo que termina por convertirse en territorio.