La dana que ha afectado al País Valencià y Castilla-La Mancha ha ocasionado unos daños humanos y materiales devastadores. Desde Ecologistas en Acción nos solidarizamos con las personas afectadas. Las lluvias se han llevado por delante la vida de más de doscientas personas y miles de viviendas han quedado muy afectadas. Los municipios inundados están tratando de sobreponerse, las imágenes hablan por sí solas.
Es necesario que el Gobierno adopte medidas para mitigar los efectos de los episodios meteorológicos extremos, que cada vez van a ser más frecuentes, debido al cambio climático. Por ello, hay que avanzar hacia la descarbonización de la economía y la transformación del planeta acelerando las medidas contra el cambio climático.
Las danas, las olas de calor y los incendios de sexta generación se están repitiendo en todo el planeta. Lo ocurrido en el Estado español no es un hecho aislado, debido a los efectos del cambio climático, solo en la UE, en los últimos treinta años, más de cinco millones de personas han sufrido los efectos de las inundaciones y estas han causado 3.000 muertes y grandes daños económicos. Y por si esto fuera poco, en los últimos meses, las inundaciones han afectado a Europa del Este y Central, a Italia y ahora a España.
Como venimos reiterando desde nuestra organización, es necesario actuar sobre los planeamientos urbanísticos. Es urgente tomar medidas para prohibir la construcción de viviendas en zonas inundables y revisar las áreas inundables. Es muy preocupante que en el Estado español existan alrededor de un millón de viviendas en zonas de riesgo. Tanto los municipios como el Gobierno deben actuar frente a las viviendas y espacios públicos en zonas inundables y trasladar a la población a zonas seguras con apoyo del Estado. Pero también revisar la situación de nuestros ríos, devolviendo el espacio robado a estos y dejando las zonas naturales de desbordamiento.
Desgraciadamente, la dana nos ha mostrado que es necesario contar con un sistema coordinado de alarmas, que tiene que ser más efectivo y permitir actuar con mayor rapidez y con criterios bien definidos. Parece claro que, con un aviso a toda la población a tiempo, se habrían salvado muchas vidas.
Como señala el climatólogo Jorge Olcina, en una entrevista concedida a esta publicación hace unos meses, los fenómenos extremos van a ser cada vez más frecuentes, el cambio climático es ya una realidad.
Pero también es clave educar a la población para saber cómo actuar frente a estas situaciones que van a ser recurrentes. El cambio climático ha venido para quedarse.
