Entre septiembre de 2014 y agosto de 2015, Carnen M. Cáceres y Andrés Barba -por entonces una pareja que comenzaba a convivir- decidieron mandarse por vía postal todos los sueños que tuvieran. Las regals del juego eran pocas, pero estrictas: cada vez que soñaran, debían escribir el sueño en una postal dirigida al otro y mandarla por corre a casa. Les impulsaba el hambre de la información de los primeros amantes, esas revelaciones involuntarias de un compañero al que aún no se conoce bien, pero también el deseo de convertir esas creaciones en un proyecto de mail art. Las postales estarían intervenidas en formato collage y formarían un gran bloque conjunto. Años después, sobre la base de casi trescientos sueños, nació este libro: Carmen B. Cáceres escribió un ensayo para la protección de los sueños y Andrés Barba una crónica sobre cómo se desarrollló ese año tan lleno de incertidumbres, esperanzas y muertes imprevisibles. El resultado es el retrato involuntario de una pareja que duerme y que, al despertar, se pregunta qué fueron capaces de crear en ese espacio de total libertad. Heredero de acciones artísticas y de experimentos visuales y literarios, Un año con los ojos cerrados pertenece a esa constelación de libros raros.
