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Jasbir K. Puar muestra la aparición de un fenómeno que califica como homonacionalismo, una maniobra para presentar a Estados Unidos como el garante supremo de los derechos de mujeres, gays y lesbianas; una excepcionalidad que invisibiliza la violencia que Estados Unidos produce en nombre del patriotismo. Puar denuncia la postura cómplice de gays, lesbianas y feministas conservadores con la guerra, el terrorismo y las políticas de inmigración; en especial, cómo se ha construido a las mujeres musulmanas como víctimas que es preciso salvar. Al tiempo, argumenta que la identidad es un ensamblaje del género, la sexualidad, la clase social, la raza y la nación, que conforma los discursos contemporáneos sobre el nacionalismo, el militarismo, la seguridad nacional y el contraterrorismo. Analiza las políticas liberales que incorporan a algunos sujetos queer al Estado nación, transformando su representación en sujetos que son productivos (a través del matrimonio gay y el parentesco reproductivo). Puar critica que esta inclusión depende de la producción de sujetos y cuerpos orientalizados y terroristas, donde los homonacionalismos entran en juego para distinguir al sujeto aceptable y patriótico, sea homosexual o no, de quienes parecen terroristas, como sijs, musulmanes y árabes, que han de ser detenidos y deportados. Fijándose en distintos aspectos culturales, incide en los vínculos problemáticos entre terrorismo y sexualidad, las reacciones feministas y de las organizaciones LGTB ante las fotos de las torturas en Abu Ghraib, el entusiasmo general ante la derogación de la legislación contra la sodomía y el afán de las personas queer surasiáticas de la diáspora por no ser identificadas como terroristas, en un contexto de islamofobia creciente.