Librería Traficantes de sueños
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“Son muchos y muy variados los problemas planteados en los debates historiográficos de los 90, que van desde cuestiones ontológicas a otras más técnicas (…) El lugar del lenguaje —como estructura de significación— en la percepción de la realidad parece ser uno de los nudos que más preocupa a la historiografia (…) El estatuto de la disciplina, la relación entre saber y poder, entre texto y contexto, la intencionalidad del autor como fuente de sentido, la representación de lo histórico y su ‘estetización’, la desestabitización de conceptos clave como clase e identidad, las nuevas nociones de sujeto y/o la distancia entre lo verdadero y lo justo (…)
A mi juicio los historiadores poco afectos a las nuevas historias padecen un proceso de disociación entre el decir y el hacer. Si bien es cierto que en sus declaraciones niegan su adscripción al ‘crudo positivismo decimonónico’, en las prácticas no actúan en consecuencia. De la misma manera que los postmodern scholars tienden, a veces, a negar la validez de sus posiciones —relativistas, anti-representacionistas…— mediante afirmaciones tajantes, polarizadas y reduccionistas. Creo que unos y otros se mueven, aún, dentro de la lógica moderna de las oposiciones binarias de la que hablaba Derrida. Más aún, considero que el enrocamiento de la polémica, las más de las veces, reproduce ciertos modos y maneras de las tradiciones académicas dentro de las que tiene lugar, y que están teñidas también por posiciones de género, poder y jerarquía (…)
Este libro no es un estado de la cuestión sobre el llamado debate posmoderno, no es un ejercicio de erudición sobre las polémicas historiográficas que han tenido lugar en el mundo anglosajón. ¿Qué es entonces? ¿cómo definirlo? Es un manifiesto, un legado, un itinerario. Simplemente un recorrido por los textos del debate, una experiencia de lectura”.
Marisa González de Oleaga (Buenos Aires, 1960), historiadora, profesora de la Facultad de ciencias políticas y sociología de la UNED, ha publicado artículos en revistas nacionales y extranjeras sobre historiografía, discurso político, experiencias utópicas, museos y memoria. Investigadora invitada a los seminarios a cargo del epistemólogo chileno Hugo Zemelman en el Colegio de México, ha dirigido varios proyectos de i+d+i. Entre sus publicaciones destacan El hilo rojo. Palabras y prácticas de la utopía en América latina (coeditado con Ernesto Bohoslavsky); En primera persona. Testimonios desde la utopía, y Transterradas. El exilio infantil y juvenil como lugar de memoria (en co-autoría con Carolina Meloni González y Carola Saiegh Dorin). Lleva una vida trashumante entre dos mundos: el de la umbría del bosque mediterráneo de la sierra del Guadarrama y el del arroyo Caracoles, en una isla del delta del río Paraná.