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«He llegado a Lisboa, pero no a una conclusión», escribía Fernando Pessoa en su Libro del desasosiego. Y es que el viaje siempre tiene un punto de llegada, pero ser pasajero es estar suspendido en la grieta entre destinación y destino, realidad y ensoñación.
Michael Marder ahonda en los intersticios de la aventura del viaje y ofrece una novedosa guía filosófica sobre la condición de pasajero, sea en trayectos de larga distancia, sea en desplazamientos cotidianos. Ser pasajero no es sólo un trámite o una metáfora, pues constituye una experiencia universal que nos enfrenta con el tejido de nuestra propia existencia humana: el tiempo, el espacio, el aburrimiento, nuestro sentido del yo y nuestra cognición del mundo.
«Filosofía del pasajero» es más que una descripción ingeniosa y penetrante de todos los modos y etapas del viaje. Lo que hace Marder sólo lo puede hacer un verdadero filósofo: elaborar gradualmente la idea de pasajero como algo que define nuestra esencia humana actual.
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