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Los seis relatos contenidos en Hombres en guerra, son testimonios saturados de realidad del paisaje de la primera guerra mundial y sus diferentes espacios de devastación: la experiencia del frente, los hospitales de campaña, los hospitales de guerra, el pabellón psiquiátrico militar, la retaguardia; nos muestran despiadadamente el verdadero "rostro de la guerra", la dimensión traumática de los campos de batalla como advertencia del horror: la deformación de las cabezas, la mutilación de los cuerpos y las heridas de la psique hacen visible toda la insensatez de la guerra. Detrás del pomposo nacionalismo, no hay nada que dé significado al descontrol de la maquinaria de guerra. En las trincheras no queda nada de las grandilocuentes palabras con las que se ensalzaba la guerra como heroica, patriótica e incluso limpiadora. Publicado en plena contienda en 1917, por Rasher Verlag (Zurich), la obra fue rápidamente censurado en los países implicados en el conflicto; sin embargo, se convirtió en uno de los principales libelos de activistas pacifistas en Europa.
