“La mujer viva y politizada reclama ser persona”

Ana Vega
Libro reseñado: 
Revista Viento Sur
16/08/2019
 
Nos encontramos ante uno de los libros y autoras clave; uno de esos textos fundamentales que nos ayudan a comprender no solo cuanto nos rodea sino también a nosotras mismas, nuestros cuerpos y heridas; también desolación en las cicatrices de un sistema feroz que ha sacado partido, durante siglos, de estas mujeres que somos, de estas mujeres de las que nacemos y de estas mujeres que criamos: la institución de la maternidad como parte fundamental de este engranaje capitalista universal que se alimenta de nuestro trabajo y vida. Rich aborda algo tan complejo como la institución (creada) de la maternidad desde la investigación histórica, antropológica y la reflexión feminista, pero también desde su propia vivencia como mujer, poeta y madre: “Estoy cada vez más convencida de que solo el deseo de compartir una experiencia privada y muchas veces dolorosa puede capacitar a las mujeres para crear una descripción colectiva del mundo que será verdaderamente nuestro”. Se aproxima al nudo y origen de esta causa que nos mantiene en perpetua lucha con una valentía y sinceridad necesaria pero no por ello fácil de afrontar. Disecciona la norma que el sistema ha creado para sacar el mayor rendimiento posible a la mujer que engendra mano de obra, carne de guerra,  cuerpo de satisfacción, sustento, aliento y fortaleza doméstica, sub-suelo del hombre... Términos que abordan, con la ferocidad necesaria en el lenguaje, una realidad cuyo alcance histórico seguimos desconociendo en muchos casos: la quema de brujas, la mutilación del conocimiento, poder y naturaleza de la mujer, el dominio de su cuerpo, la violencia ejercida, la cuestión económica que impide la decisión, la huida...
 
Es esta una obra que debe afrontarse desde la reflexión propia, también desde la decisión y el aprendizaje, pues en nosotras mismas encontraremos nuestras propias respuestas: “La experiencia nos forma, la aleatoriedad nos forma, las estrellas y el clima, nuestro amoldarnos y rebelarnos, y sobre todo el orden social que nos rodea, nos forman”. Hoy en día y siempre: “La mujer viva y politizada reclama ser persona”. Es necesario hablar de nosotras mismas por derecho propio, insiste. Y también es necesario conocer nuestra historia, liberarnos de todo el peso firmemente anudado a nuestro cuello para poder afrontar una vida libre de todo condicionamiento social impuesto: “Hasta que entre madre e hija, entre mujer y mujer, a través de las generaciones, no se extienda una línea de amor, confirmación y ejemplo, las mujeres errarán siempre en el desierto”. Libros como este hacen posible el cambio. Mujeres como Rich cambian, definitivamente, el curso de la historia; también la nuestra, la de quien esto lee, la de quien esto escribe.