Para envío
Con la llegada de Giuseppe Fanelli a España en el otoño de 1868 el movimiento obrero alcanzó la mayoría de edad y se agrupó en la Federación Regional Española, la sección autóctona de la Primera Internacional, que sólo cuatro años más tarde vivió su primera crisis con la ruptura entre la mayoría de los internacionalistas, partidarios de la línea antiautoritaria de Mijaíl Bakunin, y la minoría que se alineó con los postulados de Karl Marx. La ruptura fue tan abrupta como definitiva y en 1882, con las libertades políticas ampliadas por el gobierno liberal de Sagasta, anarquistas y marxistas pudieron ventilar públicamente sus diferencias en varios artículos escritos por el anarquista Francisco Tomás y el marxista Pablo Iglesias, que en un lenguaje descarnado nos dejaron un primer testimonio de su reciente historia común y de sus profundas diferencias ideológicas. Publicamos por primera vez juntas las dos series de artículos con otros documentos de interés para conocer y comprender los orígenes del movimiento obrero en nuestro país.