Original y bella colección de diez relatos escritos por Franz Kafka y reunidos en el presente volumen por su gran biógrafo Reiner Stach.
Los protagonistas de estos cuentos fantásticos provienen del mundo animal. Son criaturas con una identidad no siempre inequívoca, que actúan de manera misteriosa, a menudo reflexionando con intensidad, hablando incluso como seres humanos, sin serlo. Se manifiestan en su máxima y más bella expresión el genio, el humor feroz y la más exacerbada imaginación que caracteriza gran parte de la obra de Kafka. En cuatro de los relatos reunidos no aparece ningún ser humano, y en tres de ellos, el animal ?el protagonista? es el propio narrador.
A través de sus voces vislumbramos cómo es eso de ser un topo, un mono, un chacal, un caballo, un buitre, un ratón, un perro..., criaturas que saltan de manera inquietante la barrera que separa al ser humano del animal. Una idea revolucionaria en su tiempo, e incluso humillante para algunos, puesto que a principios del siglo xx el estatus inferior de los animales parecía haber quedado establecido y determinado para siempre.
Kafka mantiene en estos cuentos un trato virtuoso con las metáforas y el simbolismo de estos seres aparentemente irracionales. La plasticidad y mutabilidad casi ilimitada de tales recursos son explotados por el autor de una manera sin precedentes, consiguiendo que sus creaciones animales ganen una credibilidad en ocasiones aterradora.
CUENTOS DE ANIMALES
AUTOR/A
KAFKA, FRANZ
FRANZ KAFKA Franz Kafka (Praga, 1883-Kierling, 1924) es una de las principales voces literarias que canalizan la visión del mundo del hombre del siglo XX. Nació en el seno de una familia checa germanoparlante de extracción relativamente humilde. Haciendo grandes esfuerzos, se licenció en Derecho en 1906, una carrera que no le interesaba demasiado. Dos años más tarde entró a trabajar en una empresa controlada en parte por el Estado que le ofrecía las condiciones deseadas para compatibilizar trabajo y literatura: buen sueldo y una jornada laboral que le dejaba las tardes libres. A lo largo de la década que va de 1908 a 1917, Kafka pudo volcarse plenamente en la actividad literaria y fue ese período de su vida el más productivo en ese sentido. Además de sus Diarios, que empezó a redactar en 1909, Kafka escribió en esos años gran parte de sus mejores cuentos y nouvelles: los relatos que conforman el volumen Contemplación (1908, publicado en 1912), La metamorfosis (1912, publicado en 1915), La condena (1912, publicado en 1915), En la colonia penitenciaria (1914, publicado en 1919) y la mayor parte de los cuentos pertenecientes al volumen Un médico rural (1915-1917, publicado en 1920). También en esa época de su vida inició dos de sus tres novelas, que dejó inacabadas: América (también conocida como El desaparecido) y El proceso, ambas publicadas póstumamente. El año 1917 marcó un punto de inflexión en la vida de Kafka: le diagnosticaron tuberculosis pulmonar. Condicionado por una enfermedad de constantes altibajos, pero que iría mermando su salud año tras año, Kafka escribió relativamente poco en la etapa final de su vida: algunos relatos, la continuación de sus Diarios, una serie de aforismos redactados en 1917 y su novela El castillo en 1922. Tras un agravamiento de su tuberculosis, Kafka murió en 1924 en un sanatorio no lejos de Viena.