Una pensión berlinesa repleta de extraños y atareados jóvenes judíos. Un teatro que abarca los confines del mundo. La metamorfosis de Milena en un ser espectral. Un nebuloso festejo en el castillo del Emperador Guillermo. Un prostíbulo interminable. Un crimen innombrable cuyo castigo se anuncia en cada detalle. Una inmensa montaña de excrementos humanos. El asesinato del padre para salvaguardar el honor de Milena. Una niña ciega mutilada por sus propias gafas. Una extravagante joven que ni es judía ni deja serlo. Goethe declamando con infinita arbitrariedad. Un sueño «espantoso» en el que literalmente no ocurre nada. Una inverosímil pelea entre hombres que toman baños de aire. Una muchacha con nariz de tubérculo que traduce a Hesíodo. Cartas desmenuzadas, otras ilegibles, otras robadas. Un inquietante encuentro en el jardín de un sanatorio. Un mausoleo custodiado por un hombre mutilado en una guerra olvidada?
Estos son algunos de los sueños de Franz Kafka: figuras e ideas que se reencuentran bajo múltiples formas mutantes en sus novelas y relatos. Su transcripción era para Kafka un verdadero instrumento de escritura y son hoy una herramienta fundamental para la comprensión de su obra. La presente antología recoge por primera vez de forma unificada y completa la totalidad de estos sueños dispersos en las miles de páginas de la obra kafkiana.
SUEÑOS
AUTOR/A
KAFKA, FRANZ
FRANZ KAFKA Franz Kafka (Praga, 1883-Kierling, 1924) es una de las principales voces literarias que canalizan la visión del mundo del hombre del siglo XX. Nació en el seno de una familia checa germanoparlante de extracción relativamente humilde. Haciendo grandes esfuerzos, se licenció en Derecho en 1906, una carrera que no le interesaba demasiado. Dos años más tarde entró a trabajar en una empresa controlada en parte por el Estado que le ofrecía las condiciones deseadas para compatibilizar trabajo y literatura: buen sueldo y una jornada laboral que le dejaba las tardes libres. A lo largo de la década que va de 1908 a 1917, Kafka pudo volcarse plenamente en la actividad literaria y fue ese período de su vida el más productivo en ese sentido. Además de sus Diarios, que empezó a redactar en 1909, Kafka escribió en esos años gran parte de sus mejores cuentos y nouvelles: los relatos que conforman el volumen Contemplación (1908, publicado en 1912), La metamorfosis (1912, publicado en 1915), La condena (1912, publicado en 1915), En la colonia penitenciaria (1914, publicado en 1919) y la mayor parte de los cuentos pertenecientes al volumen Un médico rural (1915-1917, publicado en 1920). También en esa época de su vida inició dos de sus tres novelas, que dejó inacabadas: América (también conocida como El desaparecido) y El proceso, ambas publicadas póstumamente. El año 1917 marcó un punto de inflexión en la vida de Kafka: le diagnosticaron tuberculosis pulmonar. Condicionado por una enfermedad de constantes altibajos, pero que iría mermando su salud año tras año, Kafka escribió relativamente poco en la etapa final de su vida: algunos relatos, la continuación de sus Diarios, una serie de aforismos redactados en 1917 y su novela El castillo en 1922. Tras un agravamiento de su tuberculosis, Kafka murió en 1924 en un sanatorio no lejos de Viena.