La publicación, por la Fundación Federico Engels, de Diez días que estremecieron el mundo, del gran John Reed, no podía llegar en un momento más apropiado para celebrar el centenario de la Revolución Rusa. De la primera a la última página, el autor narra de una manera apasionante y vibrante la Revolución de Octubre, hasta el momento el acontecimiento más grande de la historia de la humanidad.
Aunque escrito hace cien años, responde a todas las mentiras y deformaciones que actualmente vomitan los comentaristas e historiadores capitalistas sobre los acontecimientos revolucionarios, el partido bolchevique y sus principales dirigentes, en particular Vladímir Ilich Lenin y León Trotsky. Como deja claro John Reed en el libro, sin ellos la revolución no se habría producido.
En la primera línea de su prefacio, Reed escribe: ?Este libro es un fragmento de intensa historia, de historia tal como yo la presencié. Tan sólo pretende ser un relato detallado de la Revolución de Octubre, cuando los bolcheviques, a la cabeza de los obreros y soldados, conquistaron en Rusia el poder del Estado y lo entregaron a los sóviets?.
Reed señala que, en las primeras etapas, después de la Revolución de Febrero, los bolcheviques eran un pequeño grupo político de sólo 8.000 miembros. Eran ampliamente calumniados por sus detractores ?tanto desde las filas de la burguesía como desde los partidos socialistas conciliadores con esta?, hasta el punto de acusar a Lenin de ¡ser un espía a sueldo del alto mando alemán! Como Reed explica, inicialmente los sóviets estaban dominados por los mencheviques y los eseristas, que se negaban a satisfacer las demandas de las masas, como la jornada de ocho horas, el reparto de la tierra a los campesinos, el derecho de autodeterminación para las naciones oprimidas por el zarismo o poner fin a la guerra imperialista con una paz democrática sin anexiones.
DIEZ DÍAS QUE ESTREMECIERON EL MUNDO
AUTOR/A
REED, JOHN
John Reed (Portland 1887- Moscú 1919). Nació en el Estado de Oregón en el seno de una familia acomodada, lo que le permitió realizar sus estudios en la prestigiosa Universidad de Harvard. Fue colaborador y director de diversos diarios y revistas, llegándosele a considerar uno de los periodista mejores retribuidos de su época. Cronista de guerra y de los sucesos protagonizados por el movimiento obrero estadounidense e internacional, sufrió juicios y encarcelamientos en diferentes ocasiones y países. Testigo directo de la Revolución de Octubre, entre otras, sus obras se han convertido en clásicos ineludibles para entender la historia del siglo XX.<BR>Fundador del Partido Comunista Laboral de Estados Unidos permanece enterrado frente al Kremlin en Moscú en reconocimiento a su contribución a la causa obrera y la solidaridad internacionalista.