Lo que he querido desarrollar en estos ensayos es una comprensión del fenómeno de la vida en toda su gloria y majestad. Esto quiere decir evitar caer en la tentación dominante de partir del universo impersonal y muerto de la física para luego verse forzado, casi a contrapelo, a rescatar de ahí lo vivo, cuya especificidad es lo individual creador de significado. Gran parte de las ideas que aquí presento son precisamente el esfuerzo por romper ese sueño newtoniano, y por recentrar el fenómeno de la vida sobre sus propias bases, es decir, no como evento improbable que escapa a la muerte física, sino como ocurrencia central de la naturaleza que funda todo conocer y, en particular, el conocimiento del mundo físico. La conclusión a la que estos ensayos apuntan es que lo central es una circularidad inalienable entre el acto de conocer y vivir, entre el universo de lo vivo y el conocer como objeto de estudio. Dicho de otra manera, el fenómeno de la vida, como un todo, quiere decir, precisamente, que el acto de vivir precede a la explicación del origen de la vida sobre la Tierra. Que el conocer precede a la comprensión del conocer visto como mecanismo biológico y neuronal. Que la experiencia vivida es la base misma de la exploración científica de la conciencia.
EL FENÓMENO DE LA VIDA
AUTOR/A
VARELA GARCÍA, FRANCISCO J.
<BR>Francisco Varela<BR><BR>Biólogo chileno (1946-2001), estudió medicina y biología en la Universidad de Chile y se doctoró en Biología (PhD) por la Universidad de Harvard en 1970. Su interés estuvo centrado en las bases biológicas y cibernéticas del conocer y la conciencia, linaje que heredó de parte de su principal maestro, Humberto Maturana Romesín. En cibernética reconoció como maestro a Heinz von Foerster, así como también a Keith R. Porter, en biología. Su pensamiento está contenido en varios libros y más de 50 trabajos científicos en las áreas de: neurobiología, biología celular, epistemología, cibernética y matemáticas aplicadas. Además recibió premios y distinciones académicas internacionales. Su última labor fue como profesor en la Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad de Chile. Falleció en París en 2001.<BR>