«¿Qué escribes?», le preguntaron una tarde a Enrique Vila-Matas. El escritor sentía, tras Doctor Pasavento, que había llegado al final de un cierto recorrido y ante él se abría un abismo. «Escribo el título de un libro», respondió. El título era Exploradores del abismo. De ahí surgió una serie de relatos protagonizados por seres al borde del precipicio, seres que se entretienen en ese borde y lo estudian. Son optimistas, personas corrientes que adoptan la posición del expedicionario y sondean el horizonte, indagando qué puede haber en el más allá de nuestros límites. Personas no especialmente modernas, pues desdeñan el hastío existencial tan en boga, sino más bien anticuadas que mantienen una relación desinhibida y directa con el vacío. En realidad, los relatos de este li-bro buscan puentes en un admirable abismo: historias cruzadas por la silueta de un equilibrista que liga el conjunto de este regreso de Enrique Vila-Matas a la narrativa breve, pero también al libro inclasificable.
AUTOR/A
VILA-MATAS, ENRIQUE
Nació en Barcelona en 1948. De su obra narrativa destacan Historia abreviada de la literatura portátil, Suicidios ejemplares, Hijos sin hijos, Bartleby y compañía, El mal de Montano, París no se acaba nunca, Doctor Pasavento, Exploradores del abismo, Dietario voluble, Dublinesca (Seix Barral, 2010) y Chet Baker piensa en su arte. Entre sus libros de ensayos literarios encontramos Para acabar con los números redondos, Desde la ciudad nerviosa, Aunque no entendamos nada, El viento ligero en Parma, Perder teorías (Seix Barral, 2010) y El viajero más lento. El arte de no terminar nada (Seix Barral, 2011). Traducido a 32 idiomas, ha obtenido un amplio reconocimiento internacional y ha recibido, entre otros premios, el Ciudad de Barcelona, el Rómulo Gallegos, el Prix du Meilleur Livre Étranger, el premio Herralde, el premio Nacional de la Crítica en España, el Prix Aguirre-Libralire, el Prix Médicis-Étranger, el premio Fundación Lara, el Internazionale Ennio Flaiano, el premio de la Real Academia Española, el Internazionale Elsa Morante, el Internazionale Mondello, el premio Leteo, el Prix Jean Carrièrey el Bottari Lattes Grinzane. Pertenece a la Ordende Caballeros del Finnegans, en cuyo escudo reza el lema extraído de la última frase del sexto capítulo de Ulises, de Joyce: «Gracias. ¡Qué grandes estamos esta mañana!»
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