La ira se expresa mediante rasgos somáticos y psíquicos que podemos observar fácilmente en nosotros mismos y en los demás. Siempre tiene un sabor amargo, comporta sufrimiento en el alma y, si es recurrente, hasta en el cuerpo, porque desemboca en úlcera o hipertensión. Siempre a nivel físico, presenta múltiples síntomas: agitación motora, aceleración del ritmo cardíaco, tensión de músculos del cuello, dilatación de las pupilas, ojos desorbitados y relampagueantes, vista ofuscada, rostro cárdeno (o pálido, señal de la más peligrosa de las iras), lengua que se trabuca (o, como decía Gregorio Magno, «escupe maldiciones como flechas»), saliva ácida y salada, rechinar de dientes, voz alta, ronca y amenazadora.
AUTOR/A
BODEI, REMO
Remo Bodei (Cagliari, Cerdeña, 1938) es profesor de filosofía en la Universidad de California, Los Ángeles. Ha dedicado sus investigaciones al idealismo alemán, la teoría de las pasiones, las lógicas anómalas y las paradojas del tiempo. Entre sus libros destacan Hölderlin. La filosofía y lo trágico, Una geometría de las pasiones, Las formas de lo bello, La filosofía del siglo XX o Las lógicas del delirio.