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Tras haber sobrevivido al bombardeo de Dresde oculto en una cámara frigorífica del Matadero Cinco, Kurt Vonnegut regresó a Estados Unidos para obtener empleo en el departamento publicitario de General Electric, empresa en la que su hermano mayor, Bernard, estaba descollando como uno de los principales científicos de «la Casa de la Magia», sobrenombre con el que era conocido su laboratorio de investigación. Mientras Kurt escribía, Bernie trabajaba en una serie de proyectos para controlar el clima, agrupados bajo el nombre de «Proyecto Cirro», que no tardaron en despertar el interés del Ejército de los Estados Unidos. Sin embargo, a medida que se iban sumando indicios de que el Proyecto Cirro podía estar causando cambios alarmantes en la atmósfera, Bernard comenzó a contemplar con recelo la posibilidad de que sus invenciones pudieran ser utilizadas con fines perjudiciales? y Kurt empezó a escribir otro tipo de historias: historias como «La Pianola» y «Cuna de gato», protagonizadas por científicos que debían afrontar peliagudas cuestiones morales y plantar cara a las consecuencias de sus fantásticas invenciones.